Aunque en España vamos mucho más lentos en cuanto a la adopción de coches eléctricos, al no representar estos ni el 5 % de las matriculaciones, en la Unión Europea, este tipo de vehículos de cero emisiones ya estan a punto de alcanzar a los modelos diése, que si bien fueron los reyes del mercado hace algunos años, desde el escándalo del dieselgate comenzaron un declive que fue acelerado por la estrategia medioambiental de Bruselas.

Así las cosas, en mayo se matricularon en la Unión Europea casi 940.000 turismos y SUV nuevos, de los 129.878 fueron totalmente eléctricos, lo que representó una subida del 71 % elevando la cuota de mercado hasta el 13,8 %; es decir, cuatro puntos más que hace un año y solo medio punto menos que la que alcanzaronen el mismo mes los coches diesel, de los que se vendieron sólo 133.867 unidades.

Si tomamos estos datos ofrecidos por la patronal europea Acea desde enero, el diferencial es algo mayor, y va desde el 12,4 % de cuota de mercado de los BEV, con 545.000 unidades vendidas, y el 14,8 % para los modelos de gasóleo.

La principal razón de este auge de lo eléctrico sigue siendo el dopaje del mercado, ya sea a través de incentivos fiscales o de ayudas directas a la compra; pero es que además, también se está produciendo un progresivo abaratamiento de la oferta de los fabricantes de países asiáticos que también anima el mercado.

Así las cosas, marcas chinas como MG o BYD, presentan modelos compactos con una autonomía razonable de entre 350 y 400 km, y unos precios que, en España y descontadas las ayudas, rondan los 23.000 euros, y que no es mucho más que lo que cuesta un modelo de combustión del mismo tamaño, después del incremento general de los precios.

En este sentido, la industria europeainsiste en que Bruselas pone una alfombra roja a las marcas chinas al no penalizar sus coches, como sí hacen en aquel país con los coches fabricados en Occidentale; lo que ha provocado injerencias en el mercado, que está por ver como afectará al sector europeo en un futuro.