Aston Martin avanza en sus planes de electrificación tras el fracaso del Aston Martin Rapid E y ha decidido pagar sus deudas con acciones a Mercedes-Benz a cambio de poder usar sus motores y software, aprovechando para introducirse en el mundo de los vehículos electrificados.

De esta manera, el CEO de la firma, Tobias Moers, ha asegurado que para 2024 el 20 % de sus ventas serán de modelos eléctricos, sobre todo a partir de la versión híbrida de su SUV DBX.

Así las cosas, no veremos el primer coche eléctrico puro de la compañía hasta bien entrado 2026, un coche 100 % eléctrico que estará equipado con tecnología Mercedes, y probablemente sobre la plataforma EVA de la firma alemana.

Parece probable que el motor híbrido V12 fabricado por la propia compañía y que se iba a montar en el Valhalla en 2021 acabe siendo finalmente de Mercedes-Benz, ahora que tienen acceso a su tecnología.

Según ha explicado el CEO de la firma británica, "todavía estamos trabajando en ese [motor híbrido], pero ahora tenemos alternativas. Es demasiado pronto para decir qué decisión se tomará".

En la actualidad, la marca de lujo no tiene ni un solo modelo electrificado en su portfolio, más allá del sedán híbrido RapidE V12 que tras unos pocos años en el mercado fue descatalogado a principios de 2020.