Tesla se inspira en Apple para establecer una nueva visión tecnológica en sus coches eléctricos

Tesla se inspira en Apple para establecer una nueva visión tecnológica en sus coches eléctricos

Apple es la marca de consumo que más claramente ha definido un rumbo propio dentro de una industria tecnológica muy competitiva, y ha sabido crear una narrativa y un ecosistema cómodos con los que atraer a los consumidores. Por su parte, Tesla destaca también en este ámbito por darle un aura de perfección a sus productos, aunque no lo sean, o por sus elevados precios. El caso es que las estrategias de ambas compañías en el ámbito de la tecnología, cada vez se parecen más

 

Hay muchos motivos por los que Apple y Tesla se parecen, y eso sin tener en cuenta el coste de sus respectivos productos. Algo que Steve Jobs tenía claro desde que fundó Apple fue que el diseño era algo clave en todo lo que hacían, para lo que la compañía se fijaba en las marcas japonesas y alemanas, que eran líderes en este sector en los 70.

Tesla también es una empresa que usa el diseño como elemento de venta y como elemento de ahorro, de forma que el minimalismo de los Mac también se aprecia en los coches de Elon Musk, sobre todo en su interior; hasta el punto de que no es raro escuchar a alguien decir que un Tesla, sobre todo con asientos blancos, parece una nave espacial, dejando claro que el diseño se ha centrado en ofrecer una buena experiencia con una estética diferente de la del resto de fabricantes.

Cuenta un amplio reposrtaje publicado por el diario digital El Español, que todo esto hay que añadir el esfuerzo de ambas compañías por conseguir una imagen de marca valorada y más avanzada que la de la competencia; y aunque con estilos de dirección muy diferentes, ambas compañías presumen de ser los líderes de sus sectores y de aportar mucho valor en su ámbito industrial, más allá de los productos que vendan.

De esta manera, mientras Apple siempre se ha caracterizado por usar software con desarrollo propio, tanto en sus ordenadores como en sus tablets y móviles, lo que le ha permitido no sólo marcar la evolución de los sistemas, sino también tener el control absoluto sobre la forma en la que cambiaban y mejoraban; y se trata de algo que también aplica a Tesla, que es referencia del software en los vehículos, y no sólo en los coches eléctricos, con el sistema de piloto automático que tantos quebraderos de cabeza le ha dado a la marca, sino por la calidad su la interfaz y de las actualizaciones del software, muy por encima del de otros fabricantes de coches.

Así las cosas, mientras Apple no necesita tener tanta RAM como sus competidores para hacer las cosas mejor, y no necesita tener las pantallas más avanzadas, Tesla puede mejorar la experiencia de sus coches mediante el software, gracias a que el hardware se ha fabricado e instalado teniendo eso en cuenta.

Además, mientras Apple se ha considerado y ha apostado siempre por ser una marca cara, que no le ha impedido hacerse con una cuota de mercado prominente, Tesla no cuenta con coches baratos para que los usuarios con menor poder adquisitivo puedan optar a tener un producto de esta marca; y aunque Apple entró en el mundo de los móviles cuando pudo crear un aparato que era más un ordenador que un teléfono, Tesla, siempre ha tenido en la conectividad de sus coches un elemento de valor.

Así las cosas, parece que estamos en un punto de inflexión similar al que vivimos en la primera década de este siglo con los smartphones, pero ahora con los coches, ya que con el cambio climático como tema recurrente, las compañías suelen apostar por posicionarse como ecológicas. Sin embargo, tanto Apple como Tesla llevan esto a otro nivel, presumiendo de que su mera existencia mejora el clima.

De esta manera, ambas compañías le dan especial relevancia a cuidar el medioambiente, pero van más allá situándolo como uno de los pilares de su marca; y mientras  Apple presume de los elementos reciclados y de cómo mejora los diseños para ser más reparables, Tesla se posiciona como la marca que eliminará gran parte de la contaminación del mundo, sustituyendo coches de combustión por coches eléctricos.

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