La Universidad de Vigo presenta el primer barco solar de competición

La Universidad de Vigo presenta el primer barco solar de competición

El Boeiro I es un trimarán de seis metros de eslora y dos de manga, que se ha convertido en el primer barco solar de competición en el que la mayor parte del equipamiento es de fabricación propia. El prototipo acaba de ser presentado por la Universidad de Vigo, en forma de ilusionante proyecto que nació hace unos tres años de la mano de una veintena de estudiantes de los tres escuelas de ingeniería del campus de Vigo: Telecomunicaciones, Industrial y Minería y Energía.

 

Tras muchos meses de intenso trabajo en los que ha habido sabores y sinsabores, por fin este grupo de estudiantes gallegos pudo presentar su embarcación en sociedad; y lo hicieron en la escuela donde nació el proyecto, la de Ingeniería de Telecomunicación de la Universidad de Vigo, de la mano de Lorena Gil y Marcos Pardeiro, principales cabezas visibles de este proyecto.

Todos mostraron su orgullo por el “esfuerzo, empuje y pasión” que estos estudiantes de las tres escuelas de ingeniería del campus de Vigo pusieron en un reto que no era fácil: la construcción de un trimarán propulsado únicamente por energía solar.

Hubo obstáculos en el camino, de forma que “no todo funcionó a la primera”, pero “con mucho trabajo e implicación siempre sales adelantedemostrando tu pasión por la profesión”, han afirmado estos estudiantes que han bautizado su nuevo prototipo como Boeiro I, en honor al islote más pequeño del archipiélago de Cíes, un trimarán construido principalmente con fibra de carbono, espumas de alta densidad y algo de madera.

En la cubierta se han instalado seis metros cuadrados de paneles solares, un total de 386 células repartidas en una docena de paneles construidos íntegramente por el equipo. “Estos paneles tienen la ventaja respecto a los convencionales de que tienen un peso reducido”, explicaron los responsables del proyecto, que han explicado que fueron construidos con fibra de vidrio, ya que, sin llegar a pesar tanto como el vidrio, un material convencional en construcciones de este tipo. de paneles, proporciona la rigidez necesaria para este tipo de aplicaciones.

La fabricación manual caracteriza a la mayoría de los elementos de la embarcación; y como consecuencia de las limitaciones impuestas por las distintas competiciones europeas, la batería en la que vierten energía los paneles está limitada a 1,5 kWh. Esta batería también la construyen ellos mismos, en este caso mediante soldadura por puntos para configurar su propio paquete de baterías que alimenta el motor del barco.

Este trimarán tiene la particularidad de elevar el casco principal sobre el agua gracias a un particular sistema de navegación muy utilizado tanto en embarcaciones de recreo como en competiciones de alto nivel, las conocidas como ‘hidroalas’, unas piezas que funcionan de forma similar a las alas de un avión, pero en este caso sumergidas, de modo que, cuando se alcanza una determinada velocidad, mantienen toda la estructura sobre el agua.

Es una técnica de navegación bastante novedosa y es lo que hace que este proyecto destaque frente a otros”, ha destacado Pardeiro, quien explicó que de esta forma también se aumenta la autonomía gracias a la disminución de la fuerza de arrastre. “Si a esta eficiencia hidrodinámica se le suma la generación solar, podremos desarrollar un prototipo de barco completamente independiente de combustibles fósiles, un desafío al que tendremos que enfrentarnos en los próximos años”, ha explicado el responsable del equipo.

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