Una compañía canadiense ha presentado un nuevo tipo de transmisión de dos marchas para todo tipo de vehículos eléctricos, que permite un aumento de autonomía de 7 % a 15 %, además de un aumento en la capacidad de aceleración del 15 %.
Inmotive es la compañía que ha desarrollado esta transmisión, bautizada como Ingear, que ya ha realizado pruebas con terceros que demuestran que su nueva transmisión tiene una eficiencia de conversión energética de más del 99 %, lo que lo hace mucho más eficiente que otras soluciones de transmisión de dos marchas para coches eléctricos, como el engranaje epicicloidal (o planetario) con conversor de par, la transmisión de doble embrague o la transmisión variable continua.
El Porsche Taycan tiene transmisión de dos marchas con doble embrague, un sistema que no es tan eficiente como el Ingear pero si es mucho más caro. Desde Inmotive defienden que, además de ser menos eficientes, estos sistemas de transmisión tampoco son baratos, y dde hecho, solo los puedes encontrar en coches caros.
La compañía asegura que su transmisión es de bajo coste y puede utilizarse en cualquier vehículo eléctrico, desde automóviles ligeros, todoterrenos y berlinas hasta autobuses y camiones.
Los inventores del Ingear son Anthony Wong y Jarek Lutoslawski. Fue el primero el que llegó al diseño inicial, después de investigar cómo hacer una mejor transmisión para bicicletas. Wong estaba obsesionado con obtener la mayor eficiencia posible, y se dio cuenta de que se perdía eficiencia al cambiar de engranaje moviendo la cadena de un lado a otro. Después de darle muchas vueltas, llegó a la conclusión de que se podía usar el espacio entre engranajes para crear un mecanismo de geometría variable que permitiera que el cambio de engranaje se hiciera en línea.
Con este sistema, el cambio se puede realizar sin que la cadena se mueva lateralmente, para así no perder tracción en ningún momento, obteniendo un cambio muy suave, rápido y sin perder energía.
De esta manera, Wong creó un prototipo en la habitación de invitados en su casa, usando una máquina CNC que compró de segunda mano en eBay y un microcircuito programable para aficionados a la electrónica para controlar el mecanismo; y descubrió que funcionaba como él pensaba, aunque esa versión primitiva solo cambiaba en una dirección y estuviera hecha de plástico.
A partir de ahí, creó un mecanismo que aseguraba que la cadena siempre estuviera apoyada en los engranajes y el software que controla que la mecánica está siempre sincronizada.
En este punto se incorporó al invento Lutoslawski, ingeniero jefe de Inmotive, que formó parte del equipo de Tesla que falló en dar con la solución de una transmisión de dos marchas efectiva y de bajo coste para los vehículos eléctricos de Elon Musk.
Lutoslawski afirma que, cuando vio el prototipo del Ingear por primera vez, pensó que la idea era “perfecta”, pero excesivamente complicada., y para simplificar el diseño y hacer que cualquier fabricante pudiera ver el invento hizo que el mecanismo que permite que todo esto funcione fuera la geometría variable de los engranajes, que están anidados uno dentro del otro.
El sistema siempre proporciona tracción, de forma que según sus inventores, la cadena de transmisión, fabricada por la compañía de automoción BorgWarner, es una de las claves mecánicas para que su invento funcione.
Esta cadena con dientes invertidos lleva más de cinco décadas funcionando en automóviles, pero, según Wong, probablemente no sepas ni que exista porque “funciona tan bien que no se rompe ni tienes necesidad de repararla”. Este proceso de cambio de marcha ocurre en solo 30 milisegundos, una revolución completa del sistema, y apenas es perceptible por el conductor o los pasajeros.
Según Inmotive, se trata de una transmisión de bajo coste y bajo mantenimiento que puede aumentar la autonomía de cualquier coche eléctrico, desde un vehículo pequeño, hasta un todoterreno, un deportivo, o un camión de gran tonelaje.
Si la compañía es capaz de empezar a fabricar a gran escala, pueden suponer la clave para que millones de nuevos vehículos eléctricos aumenten su autonomía de forma drástica.