Bridgestone se está adaptando a marchas forzadas a la nueva movilidad y para ello ha decidido fabricar unos nuevos neumáticos adaptados a los vehículos eléctricos y, además, se ha asociado con varias compañías para instalar puntos de carga para los coches eléctricos en los próximos años.
Según varios análisis realizados por la compañía, hasta el 90 % de las ventas totales que realizarán en 2030 serán para coches eléctricos, motivo por el que los japoneses plantean replicar su estrategia actual, basada en poner en su catálogo neumáticos específicos para diferentes tipos de coches, pero en esta ocasión hacerlo con un productos pensado para vehículos con tecnologias de movilidad alternativas. P
Se trata de unos neumáticos ligeros que prometen un mayor ahorro de combustible y de batería, ya que reducen su peso en un 20 % comparados con el resto de neumáticos.
Bridgestone cuenta con 50 fábricas repartidas por el mundo, y las primeras en pasar por estos cambios serán las ubicadas en el continente europeo para, posteriormente, adaptar el resto.
Por contra, la compañía nipona cerrará este año la fábrica de neumáticos de marca blanca que tiene en Europa, y también se desharán de su gama de neumáticos centrados en los vehículos de gas GLP y gas natural.