Los usuarios de coches eléctricos no contribuyen por ahora a la financiación de las carreteras cada vez que recargan la batería, y lo hacen solo con los impuestos a la electricidad, con cuantías muy inferiores, lo cual supone un déficit de recaudación que empieza a ser un problema para los Gobiernos a medida que crece el número de coches enchufables.

Para solucionar esta situación, en el Estado norteamericano de Texas, donde ya hay más de 300.000 coches eléctricos, las autoridades fiscales han decicido que los propietarios de coches eléctricos e híbridos enchufables van a tener que pagar aparte a través de una legislación relacionada con la Ley 1728 del Estado de Texas, que actualmente está en fase de aprobación.

De esta manera, cuando se apruebe esta Ley, los conductores de coches eléctricos tendrán que pagar al año entre 200 y 250 dólares simplemente por ser poseedor de uno de ellos; pero eso no es todo, sino que una vez superadas las 9.000 millas al año, el equivalente a casi 14.500 kilómetros, tendrán que pagar otros 190 dólares, y 10 dólares extra para financiar un consejo asesor.

Estos cálculos suponen que, al cambio, serán casi 400 euros en el peor caso, muchísimo más de lo que paga un suizo por su etiqueta anual para circular por su territorio.

Así las cosas, un estudio elaborado por la consultora Consumer Reports en 2019 realizado en en 26 estados con una tasa similar, señaló que en 11 de ellos los propietarios de coches eléctricos han pagado más impuestos que cuando pagaban gasolina, y en tres de ellos, pagaron más del doble. Es más, Plug In America ha calculado que un vehículo ligero en Estados Unidos aportó de media unos 73 dólares al año en impuestos a los hidrocarburos.

Por otro lado, es un Estado como Texas con fuerte presencia del sector petroquímico y con una mentalidad dudosa respecto a cuestiones medioambientales tienen claro que, con las cifras sobre la mesa, es justo que los que conducen vehículos eléctricos también contribuyan al esfuerzo recaudatorio por vías que están usando, teniendo en cuenta que no pagaránmás impuestos que los conductores de vehículos térmicos. El objetivo de recaudación de 2022 es de casi 40 millones de dólares.