La normativa Euro 7, retrasará finalmente su publicación y entrada en vigor, que originalmente estaba programada para julio de 2025 para turismos y furgonetas, y dos años después para camiones y autobuses. Ahora se barajan dos nuevas fechas que serian 2027 y 2029, respectivamente.
Este cambio representa un alivio para el sector europeo del automóvil, que ha expresado su preocupación sobre los impactos negativos que la Directiva Euro 7 podría tener en su actividad.
La Euro 7 es una iniciativa derivada del Pacto Verde Europeo, presentada por la Comisión Europea en 2019, y cuyo objetivo principal es establecer normas más rigurosas para medir las emisiones contaminantes de los vehículos de combustión que se comercializan en la Unión Europea.
Esta nueva normativa también reduce los límites establecidos por la versión anterior, la Euro 6 de 2015, que, en su variante “endurecida” Euro 6d, está vigente desde 2021.
La normativa anticontaminante Euro se centra en la medición de sustancias que afectan directamente la salud, como los óxidos de nitrógeno (NOx), las partículas sólidas y los hidrocarburos sin quemar.
El anuncio de la Euro 7 generó protestas en el sector del automóvil, siendo la principal preocupación que representaba una amenaza para un sector que sabe que, para el 31 de diciembre de 2034, realizará las últimas ventas en la UE de modelos de combustión interna.
La implementación de la Euro 7 implicaría una inversión en vehículos que ya no podrían venderse después de 2035, lo que desviaba recursos que podrían destinarse al desarrollo y mejora de los modelos eléctricos. Esta situación dejaba a los fabricantes en una encrucijada, ya que si no invertían, se arriesgaban a perder ingresos necesarios para financiar la transición hacia los vehículos eléctricos.
Así las cosas, este retraso se convioerte en una oportunidad para la industria automotriz europea, permitiéndole más tiempo para adaptarse a los nuevos estándares y preparar una transición más fluida hacia los vehículos eléctricos; por contra, este aplazamiento también plantea desafíos y cuestiones sobre el impacto medioambiental y la urgencia de reducir las emisiones contaminantes en el transporte.
En última instancia, el aplazamiento de la Euro 7 plantea interrogantes sobre el equilibrio entre la protección del medio ambiente y la viabilidad económica de la industria automotriz en Europa.