El gobierno de Etiopía está apostando de manera decidida por hacer la transición al coche eléctrico, y además pretende hacerlo a marchas forzadas, de manera que hace unos días, el ministro de Transporte y Logística, Alemu Sime, anunció que quedará prohibida la importación de todo coche que no sea eléctrico, lo que traerá como consecuencia que se deja sin mercado al coche de combustión en este país africano.
De esta manera, Alemu Sime ha explicado a distintos medios especialiuzados en nformación de los países africanos, que "se ha tomado la decisión de que no se podrán importar automóviles a Etiopía, a menos que sean eléctricos".
Al ministro se le hizo ver que el coche eléctrico es, por el momento, un tipo de automóvil al que apenas puede acceder una parte muy reducida de los más de 100 millones de personas que viven en el país, hasta el punto de que algunos análisis apuntan a 120 millones de personas. Sin embargo, desde el Gobierno niegan la mayor y defienden que están poniendo en marcha una extensa red de cargadores para coches eléctricos.
Además, el ministro ha alegado que es inviable que Etiopía siga gastándose una fortuna en la importación de combustibles fósiles para alimentar a los vehículos de combustión, y asegura que el año pasadoel país gastó 6.000 millones de dólares en la importación de combustibles fósiles, y que más de la mitad de este gasto estaba dedicado en exclusiva a los vehículos movidos por este tipo de energía.
El gobierno ha dejado claro que quiere reducir esta cuantía, y una forma de conseguirlo es que todos los coches que lleguen al país tengan que ser eléctricos.
Todo esto ha sorprendido a los expertos, que saben que se trata de uno de los países más pobres del mundo, con un índice en el PIB per cápita que lo sitúa en la posición 168 de un total de 196 países. Además, el Índice de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas sitúan al país como uno de los peores del mundo.
Sin embargo, la economía del país lleva 20 años creciendo a un ritmo bastante alto, y está considerada como una de las naciones de la zona con mayor potencial económico para los próximos años, a lo que hay que sumar que más del 98 % de la energía que consume el país llega de fuentes renovables, y de ella, el 75 % tiene como origen las fuentes renovables hidráulicas.
Así las cosas, para impulsar el coche eléctrico, en septiembre de 2022 ya se puso en marcha un plan a 10 años para electrificar el país; y además se ha empezado a eximir del pago de IVA en la compra de coches eléctricos, poniendo como objetivo la importación de 5.000 autobuses eléctricos y 150.000 coches eléctricos antes de 2030.
Se trata de cifras que podrían parecer bajas, pero que ofrecen una fotografía de un país en el que apenas hay un millón de coches registrados, pese a que supera los 100 millones ed habitantes.
Una de las razones por las que Etiopía paga tanto dinero por sus combustibles fósiles, se encuentra en la debilidad de su moneda, ya que desde hace años comercian con una divisa débil que ha provocado un importante crecimiento de la inflación, lo que repercute en dificultar la vida a los más pobres.
Se trata de un grave problema para un país que apuesta claramente por el coche eléctrico, y pretende hacerlo lo más rápido posible, lo que contrasta con la realidad de que sus ciudadanos tienen serios problemas para acceder a la electricidad con seguridad y de manera estable, hasta el punto de que muchos hogares utilizan lámparas de queroseno para poder ver de noche. Es más, el propio ministro del Estado de Agua y Energía del país, ha afirmado que el 52 % de los hogares no tienen acceso garantizado a la electricidad.