El diario digital El Español se preguntó si los políticos españoles están dando ejemplo a la hora de "adoptar" el coche eléctrico, ante un escenario en el que Europa ha aprobado el fin de la venta de coches nuevos con cero emisiones a partir de 2035, un calendario que obligará en el futuro a dar el salto al coche eléctrico y que significa que en 12 años no habrá coches nuevos a la venta con motorde combustión.

Para nalizar esta cuestión, El Español hizo un ejercicio de análisis a partir de los garajes de los políticos españoles, repasando la declaración de bienes y rentas de cada uno de los representantes del Congreso de los Diputados para conocer cuáles son los vehículos personales de los 350 diputados, agrupados en los distintos partidos políticos, unas posesiones que vienen recogidas en estas declaraciones de bienes y rentas, presentadas con motivo del inicio de la XV Legislatura.

La sorpresa fue que una vez analizadas estas declaraciones, se puede afirmar con rotundidad que los diputados del Congreso "pasan" del coche eléctrico, entre otras razones porque de los 350 representantes, solo dos diputados declaran tener un coche eléctrico en su garaje, lo que supone apenas el 0,6 % del total de la cámara. El resto, el 99,4 %, parecen no querer saber nada por el momento de esta tecnología.

En concreto, han sido los diputados Pedro Luis Huguet (PP) y José Antonio Rodríguez (PSOE) los únicos que han dado el salto al coche eléctrico. Ambos, además, coinciden en que este paso al coche eléctrico lo han dado de la mano de la marca Tesla.

De esta manera, mientras Huguet,  ha declarado tener un Tesla Model Y; Rodríguez ha señalado haber adquirido un Tesla Model S. El resto de los diputados (un total de 348 personas) o bien tienen un coche de combustión o bien declaran no tener coche en propiedad.

Otro de los aspectos curiosos salidos de este análisis, es que ni siquiera Teresa Ribera, la vicepresidenta y ministra de Transición Ecológica, ha optado por un coche eléctrico, siendo en teoría una de las más firmes defensoras del fin de los coches de combustión. Y es que según se puede ver en la última adquisición de un vehículo, Ribera eligió un Renault Clio híbrido, un tipo de coche que también está a la venta con motores de gasolina, GLP y diésel, pero no con un sistema de propulsión eléctrica.

Además, Ribera, siempre según su declaración de bienes, también mantiene la propiedad de otros coches de combustión como son un Peugeot 5008 (2011) y Peugeot 307 (2007),  dos coches que por su edad son bastante contaminantes.

En cuanto a las marcas preferidas que eligen los políticos para sus coches particulares podemos decir que una gran mayoría opta por firmas alemanas, algunas de ellas premium. Así, por ejemplo, de alrededor de los 340 coches declarados por los diputados, la marca más elegida ha sido Volkswagen (13 % del total), seguida de BMW (10,2 %), Mercedes (6,7 %) y Audi (6,7 %).

Entre las marcas generalistas, el primer lugar es para Citroën (5,5 %), Nissan (4,5 %), Renault (4,4 %), Opel (4,1 %)… y sorprende en este sentido que marcas de origen español como Seat no haya convencido a nuestros diputados, ya que solo el 1,7 % de los coches de los parlamentarios españoles son de esta firma.

También es interesante observar que los diputados españoles del Congreso apenas compran coches fabricados en España; y más en concreto, sólo alrededor de una treintena de vehículos sobre un total de 340, son coches fabricados en España, lo que significa que cerca del 91 % de los coches adquiridos por los diputados españoles se han fabricado fuera de nuestro país.

O sea, ni eléctricos, ni fabricados en España y una buena parte de firmas premium, poco accesibles a la mayoría de la población. Así son los los coches privados de los diputados españoles, que demuestranque no predican con el ejemplo, instando y hasta obligando a los ciudadanos a dar el salto al coche eléctrico, cuando ellos no terminan de apostar por esta tecnología.