EEUU emulará a Europa y también acabará con el coche de combustión en 2030

EEUU emulará a Europa y también acabará con el coche de combustión en 2030

Mientras la Unión Europea  ha optado por prohibir los coches con motor de combustión interna, otros países, como es el caso de Estados Unidos, han optado por medidas técnicamente más neutrales; de forma que en este país, su Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) ha propuesto nuevas y estrictas normas de emisiones para coches, camiones y otros vehículos ligeros, que podrían hacer que las ventas de vehículos eléctricos se multiplicaran por diez de aquí a 2032.

 

Así las cosas, el camino propuesto por la EPA estadounidense parece muy similar al propuesto por la Unión Europea para 2030, y en el caso norteamericano consiste en limitar considerablemente las emisiones de CO₂ de los tubos de escape de los vehículos hasta los 50,9 g/km de media en toda la flota de un fabricante, lo que supone un 56 % menos que en el objetivo de la EPA fijado para 2026.

Con respecto a Europa, que prevé una media de 47,5 g/km para 2030, parece que la EPA se queda un poco corta, ya que hay que recordar que para 2030, la media de emisiones por turismo en la flota de un fabricante deberá ser un 55 % inferior al objetivo de 2021, que era de 95 g/km.

Lo cierto es que, debido a una metodología de homologación como es el ciclo WLTP, ligeramente más permisiva en Europa que en Estados Unidos, las dos medidas estarían al mismo nivel a efectos prácticos; y con ese nivel de emisiones medio, a los fabricantes no les quedará otra alternativa que vender cómo sea modelos eléctricos o muy electrificados, como modelos PHEV con grandes baterías.

Según las previsiones de la EPA, si se aprueba la normativa, los vehículos eléctricos representarán un segmento cada vez mayor de las ventas de automóviles en Estados Unidos en los próximos años, hasta alcanzar el 67  del mercado para 2032. Es decir, dos de cada tres coches nuevos vendidos en Estados Unidos serían eléctricos.

Parece claro que aumentar la producción de vehículos cero emisiones sería la forma más lógica de cumplir con esos requisitos, aunque los fabricantes de automóviles siempre podrían idear otras estrategias para lograr el objetivo. En cualquier caso, las ayudas del IRA, que proponen grandes descuentos a coches y baterías fabricados en América del Nort, parecen un paso más para asegurar que la industria local norteamericana seguirá siendo relevante en el futuro de la movilidad eléctrica.

La propuesta de la EPA iría en ese sentido, aunque a diferencia de Europa, no prohíbe expresamente la venta de coches nuevos con motor de combustión interna.

En cualquier caso, la mayoría de las marcas con factorías en Norteamérica acordaron trabajar para alcanzar ese objetivo; y el grupo Stellantis, por ejemplo, se ha comprometido a que ,para finales de la década la mitad de sus ventas en EEUU sean coches eléctricos de batería; mientras que General Motors ha anunciado que eliminará por completo los coches de gasolina y diésel para 2035; Honda se ha fijado como objetivo hacerlo en 2040; y Ford invertirá allí más de 50.000 millones de dólares para fabricar 2 millones de coches eléctricos en 2026, lo que representa aproximadamente un tercio de su producción mundial anual.

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