China consigue bajar a la mitad el precio del coche eléctrico

China consigue bajar a la mitad el precio del coche eléctrico

El coche eléctrico continua siendo caro en Occidente, sin embargo, China ha conseguido bajar el precio a la mitad, de manera que gracias a una amplia demanda interna, fuertes incentivos públicos y un rápido avance de las nuevas tecnologías, los vehículos de cero emisiones se han convertido en habituales en todo el país.

 

Para lograrlo, el gigante asiático ha conseguido garantizar que los coches eléctricos sean accesibles para la mayoría de la población, desarrollando los segmentos de bajo acceso y haciendo que la demanda se desplace, poco a poco, de lo vehículos de combustión a los cero emisiones.

Por contra, los fabricantes europeos y estadounidenses operan en mercados más maduros y cuentan con ayudas públicas limitadas, lo que les ha impedido producir modelos eléctricos al mismo ritmo que China.

Así se refleja en un exhaustivo informe elaborado por JATO Dymanics, que utiliza datos de los mercados internacionales, y a través del que la consultora ha lanzado la advertencia de que permitir que China lidere la transición a los vehículos eléctricos, tal y como como está ocurriendo, podría tener consecuencias significativas para los mercados occidentales, que tienen una fuerte dependencia de la industria del automóvil para su crecimiento económico.

Así las cosas, según este informe, China se ha convertido en el primer país que consigue bajar a la mitad el precio del coche eléctrico, algo que sus autoridades consideran fundamental para democratizar el coche eléctrico y extender su uso; todo lo contrario de lo que sucede en Europa y Estados Unidos.

De esta manera, en la actualidad, un coche eléctrico europeo es un 27 % más caro que un coche de gasolina, una diferencia que se eleva hasta el 43 % en Estados Unidos, donde, al no bajar el precio de los eléctricos, los potenciales consumidores siguen dependiendo de los incentivos públicos, que además son cada vez más reducidos.

Esto se debe a que los fabricantes occidentales se han centrado en producir modelos premium en segmentos grandes, que son mucho más caros; y aunque desde 2020 ha aumentado la oferta de segmentos más baratos, los precios siguen siendo elevados en comparación con los modelos de gasolina equivalentes.

Además, el mercado norteamericano se encuentra ante eal reto que supone la preferencia de los consumidores por vehículos y todoterrenos grandes, asociados tradicionalmente a potentes motores de gasolina.

Destaca el hecho de que, según el informe, en 2015 el precio medio de un coche eléctrico chino era más alto que en Europa y Estados Unidos; pero ahora, gracias al esfuerzo del gobierno chino para electrificar su industria automovilística nacional, esta cifra se ha reducido  hasta situarse en un 33 % menos que el precio medio de un coche de gasolina.

Con todo, la demanda sigue siendo fuerte y la Asociación China de Turismos prevé que las ventas de vehículos electrificados, incluyendo eléctricos, híbridos y de pila de combustible de hidrógeno, alcancen una cifra récord de 6 millones en 2029. Lo bueno es que en China, los fabricantes pueden satisfacer sin problemas la demanda de los consumidores para compensar los elevados costes de producción, garantizando volúmenes de venta sostenibles; mientras que en Occidente se ha dado prioridad a los segmentos más rentables, y no se ha conseguido crear una oferta de vehículos eléctricos que satisfaga las necesidades de los consumidores.

Así las cosas, la principal conclusión de este trabajo es que en China han priorizado el volumen de ventas, mientras que en Occidente se ha priorizado la rentabilidad, es decir, vender menos, pero con la cuenta de beneficios en positivo al final.

Como dato definitivo en este sentido, destaca que en 2015, el precio medio de un eléctrico urbano en el país asiático era de 29.918 euros, mientras hoy es de apenas 10.131 euros.

Aunque los coches de los segmentos A y B solo representaron el 16 % del volumen total en 2021, el Gobierno chino viene reconociendo desde hace tiempo la importancia de reducir el precio de los vehículos más pequeños con el objetivo de garantizar que una proporción significativa de la población no quede excluida de la transición a los coches eléctricos.

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