Dyson, el fabricante de ventiladores y aspiradoras ha decidido cancelar su proyecto de coche eléctrico que el fundador de la marca anunció hace cuatro años y que consistía en lanzar el vehículo en 2020. Para ello había creado un laboratorio especial y estaba preparando su producción en Asia.

Ahora, Dyson no ve comercialmente viable un coche eléctrico, según ha confesado el propio líder de la empresa  James Dyson, que ha anunciado a todos sus trabajadores en un comunicado interno que paraban el desarrollo de su coche porque no son capaces de hacerlo «comercialmente viable».

La inversión necesaria para diseñar, desarrollar y fabricar un coche es inmensa y si hablamos de coches eléctricos el número de millones que hay que invertir crece porque tienes que lograr que alguna empresa de baterías produzca suficientes cantidades de pilas para que sea rentable.

Dyson, aunque con buenas intenciones, no ha logrado encontrar una forma de producir en masa un vehículo eléctrico que sea capaz de venderse internacionalmente y que pueda competir no solo con Tesla o las empresas fabricantes de vehículos tradicionales, incluidas las empresas chinas que intentan desembarcar sus coches baratos en Europa y Estados Unidos.

La empresa británica tenía cerca de 600 personas trabajando en el proyecto, que ahora tendrán que encontrar otros puestos, aunque es evidente que existirán despidos dentro de esta división de vehículos eléctricos.