Según han asegurado desde la consultora Gartner, un coche eléctrico será más económico de producir que uno de combustión en el año  2027, una previsión que ha llegado acompañada de otra que asegura que el 15 % de los nuevos fabricantes de coches eléctricos fracasarán para esta fecha.

En este sentido, el analista Pedro Pacheco, vicepresidente desarrollo e investigación de Gartner, ha declarado coincidiendo con la publicación de un nuevo informe de la compañía, que las plataformas multienergía imponen algunas limitaciones dada la necesidad de acomodar siempre un motor de combustión y un depósito de gasolina. De esta manera, el experto aboga por una flexibilidad que se traduciría en un precio más bajo, y que podría hacer que para 2027, un coche eléctrico sea más barato de fabricar que uno de combustión.

En este contexto, pese al momento de estancamiento que están sufriendo los coches eléctricos, la consultora augura que las ventas de vehículos cero emisiones seguirán creciendo hasta alcanzar la mitad de las ventas globales en 2030, un impulso que probablemente esté determinado por los fabricantes chinos, ya que compañías como BYD y MG están fortaleciendo sus red de ventas al tiempo que rebajan los precios, porque sus costes de producción ya son suficientemente bajos sin por ello perjudicar sus resultados.

Con todo, Pacheco también ve clave el hecho de que marcas europeas como Renault o el Stellantis hayan decidido dar el salto y lanzar una línea de productos de perfil económico más bajo.

En este sentido, el experto ha puesto el foco sobre las empresas de nuevo cuño que han emergido y que, hoy por hoy, no están pasando por un momento dulce. En este sentido, ha ejemplificado que Nio sigue sufriendo enormes pérdidas; que el precio de las acciones de Polestar ha bajado desde que salió a Bolsa; que Lucid ha recortado su previsión de producción para 2024 en casi un 90 %, o que HiPhi ha suspendido sus operaciones durante seis meses.

Tanto es así que desde Gartner predicen que el 15 % de estas start-up fundadas hace menos de una década fracasarán, especialmente aquellas que dependen de una inversión externa continua para continuar con sus operaciones.