En los últimos tiempos se están empezando a observar las primeras colas en los puntos de carga, y lo sucedido en una electrolinera de Tesla la pasada Semana Santa, es buena prueba de ello. Para solucionarlo, están empezando a surgir algunas opciones, y una opción llegada desde China, parece aventajada, se trata de las baterías intercambiables.
China es pionera en todo lo relacionado con los coches eléctricos, y especualmente en el ámbito de las baterías y las infraestructuras de carga, motivo por el que los fabricantes europeos siempre miran de "reojo" al país asiático. Ahora, una novedad, no tan nueva, pero si pasada por alto hasta la fecha, está empezando a "cuajar" en el sector.
Se trata dela apuesta por un cambio radical para hacer frente a la escasez de cargadores. Aunque aquel país tiene una infraestructura de carga bastante consolidada, a diferencia de lo que ocurre en España, ahora quiere ir más allá, desarrollando una red nacional donde los conductores pueden cambiar la batería por una nueva.
Estos puntos de estacionamiento estarían automatizados, y el proceso de cambio de batería apenas se extendería unos minutos, de modo que los conductores solo tendrán que aparcar sobre una plataforma similar a un garaje, y a continuación, presionar un botón. Entonces, un brazo mecánico saca la batería gastada y coloca una nueva... y todo, en tan solo cinco minutos.
La construcción de infraestructuras de intercambio podría estar muy avanzada, pero si los fabricantes no apuestan por este tipo baterías intercambiables, lo que supondría una necesaria "estandarización" de las mismas, este proceso no será viable.
Así las cosas, China ya es líder en infraestructura de intercambio de baterías, y algunos otros países ya han mostrado interés en sistemas similares. Por ejemplo, Better Plac, una compañía con sede en San Francisco (EEUU) fue pionera en esta tecnología en 2008, pero el proyecto no funcionó debido a la falta de inversión.
Ahora China ha construido más de 3.500 estaciones de intercambio de baterías, mientras que Europa está mirando de cerca los pasos que está dando el país asiático en este sentido, ya que si este sistema se consolidara, permitiría reducir los tiempos de carga de los coches eléctricos. Sin embargo, el primer paso pasa por que los fabricantes adapten sus vehículos.
Una vez alcanzdo ese punto, los países de la Unión Europea se podrían plantear construir una red pública de estaciones de intercambio.
No representa mucha novedad que China lidere el mercado de los puntos de carga, ya que el país cuenta actualmentecon el 85 % de los cargadores rápidos y el 65 % de los convencionales de todo el mundo, según datos de la Agencia Internacional de Energía, una cifra que aumenta al sumar las estaciones de intercambio.
De esta manera, debido a que el país asiático ha experimentado un aumento exponencial en las ventas de coches eléctricos en los últimos tiempos, se ha visto obligado a buscar soluciones rápidas y efectivas, y aquí es donde se coloca esta decidida apuesta por el intercambio de baterías, de manera que a finales de 2023 ya contaba con nada menos que 3.567 puntos de estacionamiento de este tipo en sus ciudades y carreteras.
En este contexto, la marca de coches eléctricos local Nio se presenta como protagonista de esta tecnología de intercambio de baterías, al ser por el momento una de las pocas que lo permite. De este modo, el nuevo Nio ES6 se presenta como pionero en este sistema de carga, y con toda seguridad va a presentar un precedente en el mercado.
El caso es que los primeros conductores que han utilizado este sistema, han notado un notable ahorro de tiempo y han destacado una mejora en la experiencia de carga, motivo por el que Nio pretende controlar todas las fases del proceso. De esta manera, la marca ha anunciado quel controla nada menos que 2.333 de los 3.567 puntos de este tipo de estacionamiento en el país, lo que supone el 65,4 % de la red nacional de China.
Esto no significa que la marca haya abandonado la fabricación de baterías tradicionales, es decir, las no intercambiables, de modo que los compradores pueden elegir si quieren una batería propia o sustituible. Lo mejor, es que este modo de suscripción de batería, en vez de adquirirla y ser poseedor de una de ellas, implica una rebaja en el precio final de hasta 9.000 euros al cambio, una cantidad nada desdeñable a la hora de plantar comprar un de estos coches eléctricos..