Las aseguradoras no arriesgan y ofrecen siniestro total en caso de accidente con el coche eléctrico, por las baterías

Las aseguradoras no arriesgan y ofrecen siniestro total en caso de accidente con el coche eléctrico, por las baterías

Los coches eléctricos requieren menos mantenimiento porque tienen menos piezas móviles que un coche de gasolina, con lo que en teoría, tras un accidente, serían más fáciles de reparar. Sin embargo, si la batería ha sufirod con el glope algún desperfecto, por pequeño que sea, el seguro podría declarar el coche siniestro total.

 

El caso es que en numerosos coches eléctricos no hay manera de reparar o evaluar la batería, incluso aquellas que están dañadas ligeramente tras un accidente, ya que al no poder saber cuántas celdas están dañadas o qué podría fallar en ella, las compañías de seguros no dudan en dar por perdidos los coches, aunque estos tengan pocos kilómetros.

Lo malo es que esto implica que las primas para este tipo de vehículos sean más elevadas, teniendo en cuenta que rara vez sustituir la batería de un coche eléctrico baja de los 10.000 euros, además de que los fabricantes no lo ponen fácil a la hora de arreglar las baterías.

En Stellantis, por ejemplo, si los airbags se han desplegado en el accidente, consideran que la batería no se puede arreglar. Por contra, algunos fabricantes, como Ford o Renault, diseñan sus baterías en módulos para que sean fáciles de reparar, o al menos que se puedan cambiar algunos módulos, y no toda la batería; mientras que Tesla ha tomado el camino opuesto con su Model Y, cuya nueva batería es estructural y ha sido descrita como imposible de reparar.

El principal escollo es la falta de transparencia de los fabricantes, ya que normalmente los talleres independientees no tienen acceso a los datos de la batería ni las herramientas necesarias para poder hacer un diagnóstico y arreglar la batería; por lo que con este secretismo por parte de los fabricantes, las aseguradoras prefieren no arriesgarse y considerar el coche un siniestro total.

Los daños en las baterías de los coches eléctricos representan un pequeño porcentaje de los siniestros de automóviles, pero suponen el 8 % del coste de los siniestros en Alemania, motivo por el que las aseguradoras alemanas ponen en común los datos sobre siniestros de vehículos y ajustan anualmente las tarifas de las primas.

Con todo, los expertos señalan que desechar un coche eléctrico a la primera de cambio por un posible fallo en su batería no es lo más ecológico, ya que fabricar un coche eléctrico emite más CO₂ que fabricar uno de gasolina, pero se compensa luego con los kilómetros; y si esos kilómetros no se hacen, no se compensa. Además, en algunos países todavía no hay una legislación clara sobre el reciclaje de las baterías.

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