El precio de los coches eléctricos es uno de los lastres que impiden una mayor expansión de este tipo de vehículos. Sin embargo, poco a poco en algunos lugares se va superando este obstáculo, hasta el punto de que Alemania parece encontrado la manera de resolverlo... y es que aunque parezca contradictorio a primera vista, el fin de las subvenciones al coche eléctrico en el país germano, ha desencadenado una oleada de bajadas de precios que permite realizar comparaciones en algunos modelos con otros países de Europa como España.
De estea manera, el Gobierno alemán anunció por sorpresa a mediados de diciembre que ponía fin de forma anticipada a la subvención por la compra de coches eléctricos, después de la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) que declararana nulo el traspaso de miles de millones de euros vinculados a la pandemia a un fondo para financiar la transformación de la economía.
Según señaló entonces en un comunicado el Ministerio de Economía y Protección del Clima de aquel país, "en el marco de las negociaciones sobre el Fondo para el Clima y la Transformación (KTF), el 13 de diciembre se decidió poner fin lo antes posible al apoyo a través del bono ambiental". Como consecuencia, la subvención, por la que los compradores de un coche eléctrico se podían ahorrar hasta 6.000 euros, terminó la siguiente semana.
Con el fin de esta subvención, las grandes marcas, ante el miedo a perder ventas, anunciaron inmediatamente que ajustaban sus precios para mantener el coste final que tendrían los coches si la subvención se hubiese mantenido, de forma que el Gobierno de Alemania se ahorrará unos cuantos miles de millones de euros, que pasarán a ser soportados por las marcas de coches a través de la reducción sus márgenes de beneficio.
Así las cosas, el Gobierno alemán ha encontrado, sin buscarlo, la receta definitiva para rebajar los coches eléctricos de forma sustancial.
El caso ha sido bastante curioso y hasta sorprendente, ya que todos los grandes fabricantes se pusieron de inmediato manos a la obra para anunciar rebajas similares a las ayudas que concedía el Gobierno alemán.
En este contexto, los analistas del sector han explicado que los coches eléctricos que se fabrican en China se venden dentro del gigante asiático a precios relativamente bajos, pero luego llegan a Europa a unos precios mucho más elevados, ya que el objetivo de estos fabricantes es lograr grandes márgenes que permitan a las marcas sufragar el elevado coste que les supone el cambio de tecnología.
De esta manera, las marcas están viéndose forzadas a apostarlo todo al coche eléctrico después de años de millonarias inversiones para mejorar los motores y los coches de combustión, una inversión que no se rentabilizará nunca si se cumplen los planes medioambientales y de emisiones de Bruselas. Sin embargo, todo parece indicar que las marcas podrán vender los coches eléctricos a un menor precio en Europa.
Hasta ahora, las comparaciones más odiosas se llevaban acabo con China, donde hay modelos de coches eléctricos que se venden por 9.000 euros, mientras que en Europa cuestan más de 20.000. Sin embargo ahora, el fin de las subvenciones en Europa ha provocado una comparación similar entre países europeos que comparten aranceles y costes de transporte.
Y como ejemplo un botón: el Dacia Spring ya cuesta un 40 % menos en Alemania que en España. Cuando la subvención estaba activa, el precio de este coche en ambos países era similar, sin embargo, después de que Alemania anunciase a finales del año pasado el fin de las ayudas a la compra del coche eléctrico, este modelo bajó de precio en el país germano en unos 10.000 euros de media, y ahora este coche se puede encontra rallí por unos 12.700 euros.
Por contra, en España el precio es "desde 19.590 euros sin el Plan MOVES III", en el caso del coche más básico, y lo lógico hubiera sido pensar que la retirada de esta ayuda en Alemania habría encarecido los coches para los consumidores germanos, que tendrían afrontar el coste real de comprar un eléctrico. Sin embargo, las marcas, asustadas por una posible caída en las ventas, reaccionaron bajando precios de forma masiva.
Los últimos datos de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) muestran que las ventas de vehículos eléctricos en diciembre disminuyeron por primera vez desde abril de 2020 (un 16,9 % hasta 160.700), lo que está forzando a que se produzcan grandes rebajas.
Pero la historia no termina ahí, ya que además, en Alemania, la compañía estadounidense de automóviles eléctricos Tesla ha bajado los precios en 5.000 euro para dos versiones de su Modelo Y, que cuesta ahora a los consumidores alemanes 55.990 euros, mientras que el modelo Long Range cuesta 49.990 euros.