General Motors acaba de desarrollar una nueva función de su plataforma Ultium para coches eléctricos que busca mejorar la gestión energética, en este caso, gracias a una mejor gestión del calor, incluso el corporal.
El caso es que la compañía promete poder aumentar la autonomía de sus viajes a partir del calor generado en el habitáculo del coche eléctrico, reduciendo de esta manera el tiempo de recarga y mejorando sus prestaciones.
Cuando reciuentemente presentó el GMC Hummer, General Motors dio a conocer una nueva arquitectura de propulsión eléctrica denominada Ultium y que poco a poco irá llegando a más coches del grupo como es el Cadillac Lyriq o el Chevrolet Silverado EV.
Se trata de la plataforma de propulsión más avanzada de este fabricante, pero parece que todavía no ha demostrado todo su potencial, por lo que GM se ha comprometido a seguir mejorando y actualizando esta arquitectura, revelando ahora nuevas funciones que mejoran la gestión de la energía que realiza la batería y algunos de sus sistemas auxiliares.
El caso es que gracias al calor del exterior del vehículo, pero también el del propio habitáculo, la plataforma Ultium de GM puede acondicionar el tren de propulsión para trabajar en su rango óptimo de temperatura. Más en concreto, esta nueva revisión tiene que ver con la gestión térmica del tren de propulsión, un aspecto que tiene una gran repercusión tanto en el consumo, como en los tiempos de recarga y en las prestaciones.
Así las cosas, GM ha conseguido optimizar el uso del calor, pero de forma bidireccional, tanto para climatizar el habitáculo a través del calor generado por las baterías, la electrónica de potencia y los motores eléctricos; como a la inversa, empleando el propio calor del habitáculo para optimizar la temperatura de trabajo de todo el tren de propulsión.
Esto es posible gracias al uso de una bomba de calor capaz no solo de trabajar en ambos sentidos, sino de un diseño de los intercambiadores de calor compatible con este uso.
La bomba de calor se ha convertido en un elemento de gran valor en los coches eléctricos, ya que tiene un menor consumo energético frente a las tradicionales resistencias (PTC). Estos sistemas son capaces de generar calor con un menor impacto energético, por lo que su optimización se ha convertido en un aspecto básico, especialmente al hablar de coches eléctricos que deben ser usados en climas fríos.