El Gobierno de Estados Unidos apuesta definitivamente por el coche eléctrico

El Gobierno de Estados Unidos apuesta definitivamente por el coche eléctrico

El Gobierno de los Estados Unidos, con Joe Biden a la cabeza, acaba de llevar a cabo un nuevo movimiento destinado a impulsar de manera definitiva el coche eléctrico, destinando una ayuda de 3.000 millones de dólares para potenciar el desarrollo y reciclaje de baterías.

 

Esta nueva medida tiene como objetivo conseguir una mayor independencia para el país en lo referente a la manufactura de baterías, ya que en la actualidad el sector en este país depende mucho de compañías extranjeras, sobre todo de países como China, para conseguir materiales claves para las baterías, entre los que destaca el litio.

Así las cosas, el Departamento de Energía del Gobierno norteamericano ha apuntado que esta nueva ayuda servirá para expandir la red comercial de fábricas para la producción y que, además, habrá una iniciativa secundaria de 60 millones de dólares para potenciar el segundo uso de las baterías tras su empleo para mover coches.

Estos 3.000 millones se repartirán a modo de subsidios entre un total de 30 compañías estadounidenses, que aún no se han concretado, pero parece lógico que buenas parte de estos fondos vaya a parar a los fabricantes de automóviles patrios,que actualmente estén trabajando con modelos eléctricos, como es el caso de Ford.

En este sentido, la Secretaria de Energía, Jennifer Granholm, ha declarado que el movimiento va a “posicionar a los Estados Unidos al frente y al centro para satisfacer la creciente demanda de baterías avanzadas, es la forma en que aumentamos nuestra competitividad y electrificamos nuestro sistema de transporte”, para añadir que “la inversión histórica del presidente Biden en la producción y el reciclaje de baterías le dará a nuestra cadena de suministro nacional la sacudida que necesita para volverse más segura y menos dependiente de otras naciones, fortaleciendo nuestra economía de energía limpia, creando empleos bien remunerados y descarbonizando el sector del transporte”.

Esta decidida apuesta debería contribuir al abaratamiento de las baterías, cuyo precio se ha rebajado un 80 % desde 2008, lo que debería derivar en coches eléctricos con precios más asequibles.

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