Europa necesita al menos ocho plantas de baterías para el coche eléctrico

Europa necesita al menos ocho plantas de baterías para el coche eléctrico

Según cálculos de la Comisión Europea, Europa necesitaría al menos entre ocho y diez gigafactorías para intentar plantar cara a la hegemonía asiática en este sector, en particular de China.

Hemos perdido el primer tren y ahora se trata de ser fast fowollers, aprendiendo incluso de los errores que han cometido los que ahora son líderes, pero no va a ser fácil competir con ellos”, ha explicado Mikel Lasa, consejero delegado de InnoEnergy para la península Ibérica.

Se denominan gigafactorías a aquellas que permiten la fabricación de una capacidad de almacenamiento de un millón de kilowatios, ya que las inversiones son tan elevadas que sólo con un gran volumen pueden rentabilizarse.

Por el momento, Asia concentra todas las fábricas de baterías del mundo, al tiempo que Panasonic es aún el primer productor, aunque las empresas chinas sumadas se han encaramado al liderazgo desbancando tanto a japoneses como a surcoreanos.

Hace dos años, el vicepresidente de la Comisión, Maroš Šefcovic, lanzó el proyecto de la Alianza Europea de las Baterías Europa y ahora pretende acelerarlo para imponer una idea que en aquellos momentos llegó a interpretarse como un nuevo Airbus, ceñido en este caso a las baterías.

El primer paso se ha dado en Suecia, donde ha empezado a funcionar una línea piloto de lo que debería ser la primera gigafactoría europea. Se trata de un proyecto de unos 3.000 millones de euros, que está construyendo Northvolt, una compañía sueca liderada por dos exdirectivos de Tesla en la que InnoEnenergy ha invertido ya 6 millones de euros y tiene una participación minoritaria.

En paralelo, Northvolt ha firmado un acuerdo con Volkswagen para crear el European Battery Union (EBU), un consorcio en el que junto con otras empresas y organizaciones, prevé impulsar la investigación para acelerar el desarrollo de las baterías para vehículos eléctricos en Europa.

Por su parte, Alemania ha anunciado que destinará 1.000 millones para poder disponer de alguna de las fábricas europeas, al tiempo que Francia ha comprometido 700 millones e Itali, lo está estudiando. “Son proyectos de interés estratégico y eso significa que con ellos las normas de competencia son más laxas. Se permiten ayudas públicas hasta la fase de comercialización, no sólo en la investigación”, ha explicado Lasa.

Diversos estudios cifran que el negocio de las baterías de coche eléctrico alcanzará los 250.000 millones de euros en el año 2025, incluyendo toda la cadena de valor, desde la extracción de materias primas, la transformación de las mismas, la fabricación de celdas y módulos, el software de gestión y el reciclado. Se trata de cálculos referidos a las baterías de ion-litio, que son las dominarán en los próximos diez años en el vehículo eléctrico, aunque se está avanzando con otras tecnologías, como baterías de sodio.

El elemento diferencial que quiere imprimir Europa es la sostenibilidad, que al mismo tiempo juega en su contra debido a los mayores costes en innovación que debe asumir frente a China. Y es que desde el punto de vista medioambiental, todo el proceso plantea grandes dudas. “Ahora la extracción de materias primas se hace de forma muy poco sostenible social y medioambientalmente, la fabricación requiere mucha energía y el reciclado es complicado”, ha explicado Lasa.

España destaca con una importante mina de litio en Cáceres, que se encuentra muy cerca de la capital y cuya explotación se plantea a cielo abierto, lo que ha desencadenado fuertes protestas de las organizaciones ecologistas.

Baterias