La estrategia china para aumentar la autonomía de los coches eléctricos

La estrategia china para aumentar la autonomía de los coches eléctricos

Estaciones de cambio de baterías, camiones de carga o chóferes que te llevan el coche hasta la estación más cercana son algunos de los sistemas implantados en China para fomentar la expansión de los vehículos eléctricos, y acabar así con la temida escasa autonomía.

El país en el que más vehículos eléctricos se venden en el mundo, más de un millón el año pasado (el 85 % superior a un año antes), es también uno de los que más invierte en desarrollar nuevos sistemas para paliar uno de los principales motivos de la lenta expansión de estos vehículos, cuyos modelos no superan los 500 kilómetros de autonomía.

Aunque las ayudas financieras por parte del Gobierno chino a la compra de vehículos eléctricos tienen las horas contadas, ya que van a ir desapareciendo durante los próximos meses, en los últimos años los 60.000 millones de dólares invertidos han hecho florecer al sector. Las ayudas han repercutido en la industria automotriz, que no solo está trabajando en la manufactura de vehículos sino también en los sistemas de carga.

Por ejemplo, el "servicio de valet" ya está empezando a ser implantado por firmas como Ford o Mercedes-Benz, y gracias al mismo, se puede llamar a un chófer que acude a llevarse el vehículo y lo devuelve cargado.

Otro de los servicios que se están imponiendo, puesto en marcha por la compañía NIO, son sus estaciones de cambio de baterías. El pasado enero presentaba una ruta completa de ocho estaciones en los 1.000 kilómetros que separan Pekín de Shanghái. Gracias a estas estaciones, el vehículo entra y un robot le cambia la batería por una completamente cargada en solo tres minutos.

A estos servicios se accede por una tarifa mensual y son exclusivos para coches de NIO.

Un concepto similar, aunque todavía más limitado, es el que está ofreciendo BAIC, que ha comenzado recientemente a ofrecer el intercambio de baterías entre sus usuarios, también con el pago de una tarifa mensual.

Junto con los sistemas de carga, también han surgido en los últimos meses aplicaciones para teléfonos móviles que buscan ofrecer al usuario una planificación para sus viajes. El mes pasado, la aplicación del Grupo Alibaba Alipay (que también ha invertido en el sector de las baterías) lanzó una función llamada "Ant Charging" para sus 700 millones de usuarios, que permite encontrar la estación más cercana de nueve compañías de carga de eléctricos, así como su precio y disponibilidad.

Una aplicación similar había presentado ya el gigante de los transportes Didi, "Xiaoju Charge", en enero de 2018. Pese a que está previsto que todos estos nuevos servicios relacionados con la carga se multipliquen en los próximos años, la tecnología de hoy es suficiente para resolver el problema y lo que en verdad hace falta es que se expanda.

Según datos de la Alianza China de Promoción de Infraestructura de Carga de Vehículos Eléctricos (Evcipa), en el país hay unos 3 millones de vehículos eléctricos totales o híbridos y hasta 2018 solo había 770.000 estaciones de carga. Unas carencias que son aprovechadas para ampliar su negocio por marcas como la estadounidense Tesla, que quiere replicar el modelo de red de estaciones de carga que tiene en Estados Unidos. Así, según anunció esta semana la compañía de Elon Musk, ya se han construido en China 1.700 súper cargadores (en una hora se carga el vehículo) y 2.100 cargadores regulares.

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