La popularización de la fórmula de coche eléctrico compartido en las grandes ciudades, que según datos del sector asumirá el 20 % de los desplazamientos con vehículo privado en las grandes ciudades, unida a otras iniciativas al alza como el renting a particulares, ampliarán la oferta de modelos usados jóvenes y eficientes, gracias a su alta tasa de renovación.
Según el presidente de Ganvam, Lorenzo Vidal de la Peña, dado que se tiende hacia un mercado de segunda mano donde la oferta procederá en buena medida de vehículos de empresa, renting y carsharing, el kilometraje dejará de ser una variable definitiva para determinar el valor del coche, dando paso a otros parámetros como la normativa Euro, la seguridad activa/pasiva o la conectividad.
Según datos del Libro Blanco del Vehículo de Ocasión (VO) elaborado por Ganvam, en sólo un año este sector ha crecido de un 15 % a un 25 % el porcentaje de compradores de VO predispuestos a pagar un poco más a un vendedor profesional a cambio de un vehículo que incluya un buen equipamiento de seguridad, por delante del precio y la cifra del cuentakilómetros.
Esta actitud más exigente por parte del comprador de VO, fruto también de un contexto económico más favorable y una mayor cultura del VO, es además una muestra de que el protagonismo de los particulares irá a la baja. De hecho, en lo que va de año las ventas de concesionarios y compraventas han subido más de un 30 %, lo que supone multiplicar por seis el ritmo de crecimiento de las operaciones entre usuarios privados.
En este ascenso del vendedor profesional también tienen mucho que ver otras dos circunstancias. Por un lado, el empuje de las automatrículas para cumplir objetivos, que se encargan de nutrir a concesionarios y compraventas de modelos jóvenes muy cotizados por los compradores; y por otro, las flotas procedentes de alquiladoras, que se renuevan con mayor frecuencia impulsadas por la pujanza de un turismo que bate records en estos últimos años.
Estos factores dejan fuera de juego al particular, que apenas tiene “oferta” de coches de hasta cinco años. Los datos de la patronal muestran cómo si bien se tiende hacia un mercado de usados de mayor calidad, donde los vehículos jóvenes tienen una representación cada vez mayor, lo cierto es que sigue habiendo una elevada representación de vehículos antiguos.
Conseguirlo, pasa por fomentar el coche de empresa dentro del mix del mercado, lo que supone articular medidas de corte fiscal como la rebaja en la cuota del IRPF para los particulares que opten por la fórmula de renting. También pasa por retirar de la circulación los vehículos más antiguos, lo que implica incentivar al particular para que cambie de coche con mayor frecuencia.
Para evitar las operaciones entre particulares que tienen como protagonistas a los coches más antiguos, es necesario acometer una reforma fiscal que suba hasta cuatro puntos el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP) en estas transacciones. De esta forma, se fomentará una compra fiable y con todas las garantías en concesionarios y compraventas, donde el tipo actual por transmisiones se sitúa en un 4 % de media, pues depende de cada comunidad autónoma.
Ganvam sigue insistiendo en determinados avances legislativos, como la prohibición expresa de la venta ilegal en el Reglamento General de Circulación, en normativas autonómicas y en ordenanzas municipales.
Para alcanzar un mercado de usados más fiable y transparente, en el que se minimicen los casos en los que altera fraudulentamente el kilometraje para facilitar la venta, sobre todo, de los modelos más antiguos, se requiere acometer las modificaciones necesarias para que la Ley de Seguridad Vial tipifique expresamente como delito el trucaje del cuentakilómetros.
Mientras estas modificaciones se materializan, Ganvam y la Dirección General de Tráfico ultiman un acuerdo de colaboración para promover que ya no sólo sea obligatorio comunicar al Registro de Vehículos la lectura del cuentakilómetros tras pasar la ITV, sino también cuando pase por el taller o se haga un cambio de titularidad.
