La factura de los talleres se reducirá más de un 40 % con el coche eléctrico

La factura de los talleres se reducirá más de un 40 % con el coche eléctrico

La entrada en escena del coche eléctrico implica la llegada de un nuevo elemento a los talleres: las baterías eléctricas... y además, la desaparición de otros muchos que suponen buena parte de la facturación anual de estos establecimiento, tales como el aceite, los filtros de aceite, correas de distribución, bujías, inyecciones, escapes, etc.

Se trata de un total de 25 piezas que precisan un mantenimiento cada cierto tiempo y que, al no estar presentes en este nuevo tipo de vehículos, provocarán la desaparición de buena parte de los talleres tradicionales y una caída en la facturación de aquellos que logren sobrevivir.

Los expertos en inteligencia del automóvil perderán alrededor del 38 % de su facturación anual. Según explica el informe “La descarbonización de la postventa”, elaborado por Solera, este sector acoge a más de 45.000 talleres y factura 13.639 millones de euros anuales. Sin embargo, si para 2050 el parque es 100 % eléctrico, esa cifra se reduciría hasta los 8.472 millones de euros.

Esta diferencia se debe a que el valor de todas esas piezas presentes en los vehículos de combustión y que no se incluyen en los coches eléctricos rondan los 14.000 euros, una cifra que los talleres dejarán de ingresar por cada coche. En términos económicos, este impacto no será tan notable porque el precio del cambio de las baterías eléctricas es muy elevado, y puede llegar a abarcar desde los 8.000 a los 20.000 euros, en función de la autonomía del vehículo.

"Con la muerte del diésel, los talleres también irán muriendo. El coche eléctrico no tiene más que unos neumáticos y unas pastillas de freno, y ese será el único mantenimiento que se seguirá haciendo de aquí a pocos años.

La inversión en formación no solo será crucial para mantenerse operativo, también para no lamentar daños físicos. Como explica el responsable de Mercado de Postventa de Solera, que explica que “con un coche estándar de combustión, un técnico tiene que tener cierta precaución a la hora de trabajar, pero con el coche eléctrico esa precaución se eleva porque ya hablamos de alta tensión, de voltajes muy altos” que pueden afectar enormemente a la salud de los técnicos.

De esta forma, los futuros mecánicos deberán recibir una formación específica para el tratamiento de las baterías... pero no serán los únicos, ya que también deberán recibir información los colectivos de salvamento. Hace poco, en un accidente de tráfico, los bomberos se tuvieron que desplazar a la zona para excarcelar a los pasajeros y cuando estos llegaron allí y vieron que se trataba de un coche eléctrico, tuvieron que esperar a que expertos del sector les indicaran por dónde podían cortar para no provocar un daño mayor.

La electrificación del parque acabará con una parte de la actividad, pero generará nuevas oportunidades. “Aparecerá un nuevo 30% de empleos relacionados con la informática que actualmente no existen", argumentan los expertos. 

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