A día de hoy muchos compradores se plantean si resulta rentable comprar un coche eléctrico, ya que, aunque está empezando a bajar, su precio de venta continúa siendo muy elevado y suponen una importante inversión inicial. Sin embargo, este factor se contrarresta con que el hecho de que estos vehículos tienen un menor coste de mantenimiento, lo que ya ha ayudado a que haya en el mercado actual algunos modelos asequibles.
Sin embargo, por el momento, comprar un coche eléctrico todavía es complicado para el usuario medio, ya que aunque precio final y el mantenimiento son importantes para el comprador, existen otros factores a tener en cuenta, como el hecho de que estos modelos son muy dependientes de la tecnología para temas tan importantes como su autonomía que, a pesar de los grandes avances de estos últimos años, aún suele resultar escasa para emprender viajes largos.
Por eso, a la hora de adquirir un coche eléctrico, mucha gente está valorando la opción de acudir al renting, de forma que, si en tres o cuatro años el coche queda obsoleto, no suponga un problema, evitando al propietario sufrir otros problemas como la degradación de la batería, otro de los puntos débiles de los coches eléctricos, ya que se estima en un 20 % de pérdida de autonomía durante los primeros ocho años.
Con el renting a particulares, todos estos problemas desaparecen ya que el conductor puede cambiar de vehículo a medio plazo y conducir otro coche ecológico a medio plazo y la compañía arrendadora se hará cargo del coche que ha quedado desfasado.
