Advierten del riesgo de incendio de las motos eléctricas

Advierten del riesgo de incendio de las motos eléctricas

Después de que todo el campeonato completo de MotoE -todas las motos de la competición, las motos de prueba, la herramienta, los repuestos,...- ardiera hace unas semanas, han surgido muchas dudas acerca de las motos electricas... y si las primeras investigaciones están en lo cierto, lo que ocurrió para provocar el desastre es que se produjo un cortocircuito mientras una de las motos cargaba su batería.

La mayoría de las motos eléctricas utilizan baterías de iones de litio que están compuestas por pequeñas celdas individuales. Cada una de ellas cuenta con tres elementos indispensables: dos electrodos (cátodo y ánodo) y sal de litio, un líquido muy conductor (electrolito). Con la batería cargada, el circuito está inactivo (abierto) hasta que se conecta al motor mediante el arranque. En ese instante, el circuito eléctrico se cierra y comienza a fluir la energía.

Gracias a la sal de litio, las partículas ionizadas circulan a gran velocidad entre el cátodo y el ánodo para enviar la energía al motor; un proceso que se invierte cuando el vehículo se conecta a un punto de carga y esas partículas circulan en el sentido opuesto para recargar la batería.

Si durante ese proceso, con el circuito cerrado, el cargador falla por algún motivo -lo que ocurrió, según las primeras investigaciones-, se puede producir un cortocircuito que desencadene una reacción química llamada "embalamiento térmico", que libera calor y al mismo tiempo, se retroalimenta de él, haciendo que la temperatura aumente sin límite hasta generar, en la mayoría de casos, un incendio.

Apagar un vehículo eléctrico incendiado es, en teoría, igual de sencillo que una moto de combustión; pero en la práctica, no es cierto, ya que es necesaria una cantidad de agua mucho mayor.

Aunque las baterías de MotoE son más pequeñas que las de los coches eléctricos, hay que tener en cuenta que es complicado apagar estas llamas, ya que no cesan hasta que las baterías necesitan enfriarse del todo para evitar que se repita un embalamiento térmico. A esto hay que sumarle que es difícil acercarse a una moto ardiendo, ya que los gases nocivos, que salen de la batería debido a reacciones químicas, hacen que sea necesario un equipo de respiración artificial con máscara de oxígeno.

En cualquier caso, en una moto de calle es muy difícil que se produzca un incendio, y la única posibilidad real de que esto se produzca es debido a un accidente.

Lo ocurrido en el Paddock de Jerez es muy improbable que ocurra si el cargador y las baterías se encuentran en buen estado; pero en caso de golpe o deformación, la cosa cambia, ya que las baterías van muy protegidas en la moto para evitar que reciba algún tipo de golpe, pero toda protección es poca si el accidente es aparatoso.

En caso de golpe o deformación de la batería, se puede desencadenar un cortocircuito, ya que ánodo y cátodo se ven afectados por el impacto. Esto también produce un embalamiento térmico que significa que los electrodos dejan de funcionar adecuadamente o que, directamente, desaparecen, lo que desencadena una nueva reacción química, y  la sal de litio comienza a liberar oxígeno, dióxido de carbono y gases nocivos a una temperatura muy alta… lo que produce que la batería aumente de forma frenética su temperatura.

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