Representantes sindicales, de los fabricantes de automóviles y de la Administración han coincidido en los riesgos que supone para la industria española y para el empleo un cambio radical y sin control del modelo de movilidad. Esta coincidencia se ha producido en una mesa redonda sobre Buenas Prácticas de Automoción, organizada por la Asociación Española de Profesionales del sector (ASEPA).
En este marco, el director general de Industria y de la PYME, Galo Gutiérrez, transmitió la preocupación del Gobierno por conseguir un equilibrio entre la movilidad sostenible y el mantenimiento de la actividad industrial que ha colocado a España en el segundo lugar del ranking europeo.
Por su parte, José Portilla, director general de Sernauto, la asociación de fabricantes de piezas y componentes, reconoció que sus asociados están trabajando ya en piezas para los vehículos eléctricos e híbridos, y señaló que el componente más caro y el de mayor valor añadido, las baterías, básicamente se producen fuera de España y Europa.
Todos los presentes reconocieron su preocupación por haber dejado el liderazgo de las baterías en manos de Japón, Corea y China y estimaron que recuperarlo exigiría fuertes inversiones a largo plazo. Pero podría abrir una posibilidad en el sector de la minería española para la extracción de las materias primas que se necesitan.
En este sentido, Jordi Carmona, secretario sectorial de la industria del automóvil de UGT, se dirigió al director general de Industria para que desde el Gobierno se incentive esta producción «porque si no la atraemos, se irá a otra parte. Y no será España».
Galo Gutiérrez, explicó entonces que en la Mesa de Movilidad Sostenible en la que trabajan los ministerios de Industria y de Transición Ecológica, se está preparando un plan para promocionar la fabricación de baterías en España.
Mario Armero, como vicepresidente ejecutivo de ANFAC, transmitió la inquietud de los fabricantes por la actual vulnerabilidad de esta industria afectada por la criminalización del diésel, que supone una parte importante de la producción nacional, mientras Pedro Ayllón, secretario general de la Federación de Industria de USO, recordó que no hay empresas españolas, las decisiones se toman fuera y «las multinacionales no tienen ni dios, ni padre».
