Si se pudiera cargar un coche eléctrico en el mismo tiempo que se tarda en repostar uno convencional, la opinión de muchos sobre la movilidad eléctrica cambiaría radicalmente para bien. Por este motivo, un equipo de científicos de la Universidad de Glasgow, en Escocia, se afana en desarrollar una tecnología que permite cargar un coche eléctrico en cuestión de segundos.
Los investigadores implicados en el proyecto aseguran que se trata de un sistema flexible, todavía en fase de prototipo, que emplea nanomoléculas para almacenar energía tanto en forma de electricidad como de gas de hidrógeno.
Esta novedosa tecnología que permitiría cargar las baterías de un coche eléctrico en cuestión de segundos se basa en el denominado "óxido exótico", que al agregarse al agua puede cargarse con eléctricidad. Así, las baterías podrían llegar al máximo de capacidad en el mismo tiempo que se necesita para llenar el depósito de un coche de combustión.
Los investigadores escoceses han explicado que el líquido que se necesita para cargar la batería de los coches eléctricos se eliminaría mediante una boquilla especial, mientras que entre las ventajas de la transferencia de energía eléctrica a través del óxido exótico, destaca que ralentiza el envejecimiento de las baterías, ya que necesitan mucho menos tiempo y esfuerzo para recargarse.
El profesor Leroy Cronin, presidente de la cátedra Regius de Química de la Universidad de Glasgow, ha publicado la investigación en la revista Nature Chemistry donde afirma que la batería líquida de flujo podría ser la respuesta para hacer que los coches eléctricos sean un verdadero rival de los vehículos de combustión interna.
"La alta densidad de energía de nuestro material podría aumentar la gama de autos eléctricos y también aumentar la resistencia de los sistemas de almacenamiento de energía para mantener las luces encendidas en los momentos de mayor demanda”, han explicado los investigadores.
