Las agencias de rating podrían retrasar la llegada del coche eléctrico

Las agencias de rating podrían retrasar la llegada del coche eléctrico

Desde hace muchos años, las agencias de calificación están en el ojo del huracán en el mercado bursátil. En ocasiones, la entrada de compañías que apuestan por la caída del valor tiene su origen en unos números rojos potenciales o la futura pérdida de la confianza por parte del consumidor; mientras que en otros casos, la reducción de la calificación está menos justificada... y el mejor ejemplo para apreciar el poder que tienen este tipo de empresas es ver qué ha ocurrido con el fabricante de coces eléctricos Tesla en las últimas semanas.

El optimismo invadió a Elon Musk el día que prometió que al final de 2017 se estarían produciendo miles de unidades del Model 3 a la semana; lo que pas es que primero se tuvo que posponer la cifra de las 2.500 unidades a marzo para después no llegar, con lo que Tesla llegó a perder casi un tercio de capitalización en solamente una semana

Goldman Sachs, hace tan solo unas semanas, avisó del riesgo de la compañía, lo que se consumó en los días posteriores con una pérdida de capitalización de hasta un tercio, lo que llevó al propio magnate sudafricano a aprovechar la situación para lanzar una broma sobre la ‘quiebra’ de Tesla.

En la actualidad, la gran mayoría de fabricantes y grupos empresariales de la automoción están diseñando su propia estrategia de cara a una más que posible electrificación de los catálogos. De hecho, la mayoría de estas empresas está valorando mantener varias líneas de producción con distintas mecánicas, algo que muchos analistas no avala.

Pero... ¿cómo se enfrenta el mercado eléctrico a los posibles ataques que sufran en los próximos meses los fabricantes que contribuyen al cambio de tendencia del mercado?.

Estamos inmersos en el momento que cambiará la estructura de producción para siempre; y las opciones eléctricas todavía no disponen de economías de escala. Salvo Tesla, y con dificultades, ninguna compañía del mercado sobreviviría actualmente produciendo únicamente automóviles con mecánicas eléctricas. Es decir, las economías de escala son vitales para conseguir un mayor margen de beneficios, y eso es algo que todavía no se ha alcanzado.

Elon Musk ha mantenido un desencuentro con Goldman Sachs despues de que la agencia dudara de la viabilidad de la empresa; hasta el punto de que el propio Elon Musk ha retado a la propia agencia en relación a la venta de las acciones de la firma de coches eléctricos.

Por su parte, la compañía financiera, por su parte, ha recomendado la venta de este valor en cartera por su difícil situación económica. Por otro lado, compañías como Daimler u otros fabricantes poseen buena parte del accionariado, por lo que si Tesla cae, muy posiblemente lo harían este tipo de grupos empresariales. Por ello, es muy importante ser prudente en este sentido, ya que el coche eléctrico podría estar en juego.

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