En estos días se está hablando mucho del nuevo Velocípedo de Torrot, que sin duda se va a concertior en un revulsivo para la evolución de los scooter eléctricos. Se trata de un scooter de tres ruedas con dos versiones, una con techo y que se podrá conducir sin casco, y otra con una enorme pantalla, asiento monoplaza y un amplio baúl posterior que se podrá destinar a los servicios de mensajería.

Torrot, una de las marcas españolas con más historia se refundó en 2015 de la mano de los hermanos Contreras (Iván y Rafael) con la colaboración del fondo Black Toro Capital que posee el 60 % de la compañía. Ese año de su refundación también adquirió la firma Gas Gas que se encontraba en quiebra y que ha logrado llevar a la viabilidad comercial con la puesta en marcha de sus modelos de trial y enduro.

Torrot abrirá en 2018 una factoría en Cádiz, en una antigua fábrica de Altadis de 6.000 metros cuadrados donde se ensamblará el Velocípedo.

La marca se han fijado en uno de los segmentos con más tirón del mercado de las motos y de los coches: los tres ruedas. En el caso del velocípedo se podrá conducir con la reglamentación de las motos, no con la L5e de triciclos; o sea con el A1 y a partir de los 16 años o con el carnet de coche B y tres años de experiencia.

Su motor 100 % eléctrico rendirá como una moto de 125 cc. y tendrá una autonomía de 150 kilómetros. El lanzamiento oficial será el 1 de septiembre de 2018... ese día saldrán a la venta los primeros Velocipedos de las dos versiones.

La más popular será la que tenga techo y que recoge la idea del BMW C1, un scooter que se adelantó a su tiempo y del que también se han visto en forma de prototipo algunas fotos de lo que pudiera ser su relanzamiento eléctrico.

Esta versión será biplaza y su techo hará que se pueda utilizar sin necesidad de llevar casco, tal y como sucedía con el C1.

La otra versión es la denominada C y dispondrá de un enorme baúl posterior, orientado hacia los servicios de mensajería que son un valor en alza y la venta en bloque para flotas.