«Range anxiety», el mal de algunos propietarios de un coche eléctrico

«Range anxiety», el mal de algunos propietarios de un coche eléctrico

El «range anxiety», o la ansiedad generada por el miedo a acabar en la cuneta por falta de energía, es una de las principales preocupaciones de los conductores de coches eléctricos y una de las grandes barreras para la expansión de este tipo de vehículos limpios.

Según una encuesta realizada por la Asociación de Electrónica de Consumo de Estados Unidos, el 71 % de los americanos tienen miedo a quedarse sin batería y la autonomía de vehículos es percibida como una de las grandes desventajas de estos modelos.

La nomophobia -miedo a estar sin móvil-, la adicción a las redes sociales y a Internet, y el síndrome de «batería muerta», similar a la range anxiety aplicada a los smartphones, ocupan ya las consultas de los gabinetes psicológicos de todo el mundo.

De la misma manera, los conductores de vehículos eléctricos sufren ansiedad debido a la posibilidad de quedarse sin batería, aunque la realidad muestra que en la mayoría de los casos sus miedos son infundados, y quizá no existan más que en su cabeza.

Cuenta el diario ABC que un estudio realizado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ha demostrado que la range anxiety es esencialmente un miedo irracional, y que la mayoría de los conductores podrían cambiar a un coche eléctrico sin necesidad de cambiar sus hábitos de conducción ni sus rutinas diarias.

«El 87 % de los vehículos podrían ser sustituidos por utilitarios con batería, incluso si no pueden recargarlo de noche», ha concluido la investigadora Jessika Trancik en el informe, quien defiende que los coches eléctricos en el mercado cuentan con autonomías superiores a los 100 kilómetros, más que suficiente para cubrir los traslados diarios habituales como ir al trabajo, a la compra o incluso disfrutar de una escapada de fin de semana.

La ansiedad por falta de combustible también afecta a los conductores de coches de combustión interna y suele desatarse cuando se acaba el último tercio del tanque, aunque siempre está la tranquilidad de contar con la reserva, que nos da al menos 25 kilómetros para llegar a una gasolinera.

En el caso de los vehículos con propulsión eléctrica, los conductores necesitan 135 kilómetros de autonomía para sentirse confortables, pese a que la distancia media recorrida no excede de 57 kilómetros. En este sentido, un estudio realizado por el psicólogo alemán Thomas Franke concluye que la ansiedad se va reduciendo según utilizamos nuestro coche y vamos conociendo sus límites reales.

Franke reclutó a 79 voluntarios para que condujeran un coche 100 % eléctrico durante tres meses para medir su ansiedad. Al final del experimento, la autonomía mínima que exigían antes de comenzar el día pasó de 135 kilómetros a 123. Incluso, cuando la autonomía no alcanzaba para completar el viaje marcado, aquellos con experiencia en conducción eléctrica sufrieron mucha menos ansiedad que los novatos.

A medida que se expanda la red de puntos de recarga, aumente la autonomía de las baterías y la población se vaya familiarizando con los vehículos eléctricos, la range anxiety irá disminuyendo hasta formar parte de las neuras del pasado.

Para rebajar este tipo ansiedad, los expertos recomiendan conseguir un punto de recarga en casa o en el aparcamiento comunitario con lo que bastará con una carga completa por la noche para satisfacer con creces la autonomía de los viajes habituales; descargar una aplicación con la red de puntos de recarga de la ciudad; localizar un cargador al que poder acudir cuando te queden dos tercios de batería; o comenzar los viajes con una autonomía tres veces mayor de la que se va a necesitar.

Por otra parte, la autonomía puede variar en función del estilo de conducción, la situación del tráfico y las condiciones climatológicas. Por este motivo, es útil usar el medidor de batería en lugar del medidor de autonomía, ya que algunos vehículos permiten mostrar el estado real de la batería en KWh en lugar de una estimación de autonomía. Aunque a veces puede resultar más cómodo que el coche nos diga cuántos kilómetros podemos hacer, este cálculo puede variar en función de nuestra velocidad u otros factores.

La autonomía de coche depende mucho de uno mismo y de las características del modelo, por lo que resultará práctico conocer técnicas de conducción eficiente para sacarle el mayor partido a la batería, además de familiarízate con tu vehículo para saber hasta dónde es capaz de llegar, cuál es su autonomía real y cómo le afectan las distintas condiciones de tráfico, climáticas etc.

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