La familia Fuertes sufrió un incidente sin precedentes el pasado fin de semana en Galicia durante un periplo por la comunidad que realizaban para promocionar los beneficios de la movilidad eléctrica.

La estrambótica situación se producjo cuando llevaron sus dos vehículos Tesla para recargar sus baterías en una estación de servicio de Aldea Nova (Ames), en la carretera Santiago-Noia, tras haber consultado en la web Electromaps la existencia y funcionamiento de este punto de carga.

Cuenta el diario La Voz de Galicia que tras situar los dos coches en la zona de carga, donde hay dos conectores TYPE 2 (Mennekes) con una potencia de salida de 400V / 32A / 22.00kW, Alan Fuertes se dirigió a los empleados de la gasolinera para que activaran los mismos. Ante su sorpresa, le indicaron que el precio por vatio era de 0,50 euros.

«Serendipity [el apodo que le da esta familia a su Tesla Model S] tiene 85 kilovatios hora, eso son 85.000 vatios hora. A 0,50 son 40.250 euros la carga del coche», explica Alan en un vídeo que colgó inmediatamente en YouTube para denunciar la situación.

A pesar de intentar razonar con los operarios, estos le confirmaron que el precio era correcto. «Si recargásemos totalmente a Serendipity y a Big Blue [el otro automóvil eléctrico en el que viajaron, un Tesla Model X] estaríamos hablando de una recarga de 81.000 euros, a mí se me antoja un poco caro», ironiza el cabeza de familia. Teniendo en cuenta que la autonomía del Model S es de unos 370 kilómetros, eso supondría una media de 108 euros por cada mil metros recorridos.

Al final tuvieron que marcharse sin poder cargar las baterías. Evidentemente, todo se debió a una confusión por parte del personal de la estación de servicio y en Electromaps aparece que el coste de la recarga en este punto cuesta 0,50 euros el kilovatio hora (kWh). Aún así, se trata de una tarifa bastante exagerada si tenemos en cuenta que el precio de la electricidad para un vehículo movido por baterías de ión-litio está actualmente alrededor de 0,15 euros por kilovatio hora.

Se da la circunstancia de que muchas estaciones incluso permiten a estos coches recargar el vehículo totalmente gratis.

Según Alan Fuertes, este episodio «nos demuestra el absoluto desconocimiento que hay al respecto» y lamenta que les ocurriera cuando precisamente se habían desplazado a Galicia para dar a conocer la movilidad sostenible. «Sitios como este no están preparados para la llegada del vehículo eléctrico, aunque afortunadamente son los menos».