Un grupo de investigadores del Centro Alemán de Aviación (DLR) han diseñado en el marco del proyecto Next Generation Car un coche especialmente concebido para la ciudad bajo la denominación de Safe Light Regional Vehicle (SLRV), un modelo que, tal y como su propio nombre indica, destaca por su ligereza y seguridad.

El SLRV está basado en una transmisión eléctrica compacta alimentada por una celda de combustible, tiene una autonomía de unos 400 kilómetros, y está especialmente pensado para moverse entre dos puntos distantes de una ciudad cuyo trayecto no se encuentra cubierto por las rutas de transporte público.

Este coche eléctrico tiene un cuerpo extremadamente ligero con una forma alargada para ofrecer la menor resistencia aerodinámica posible, y su peso es de solo 80 kilos, mientras que la cabina con forma de caparazón tiene capacidad para dos pasajeros.

A pesar de ser tan ligero, los fabricantes aseguran que se trata de un vehículo que ofrece total garantía de seguridad y además resulta muy barato de producir.

La fabricación del SLRV es extremadamente económica debido a la técnica utilizada para producir el material del que está hecho, que es como un "sándwich". El material se fabrica en paneles compuestos por una capa superior de metal y un interior de espuma de plástico.

Estos paneles recubren las partes delantera y trasera del vehículo, sirven como zonas de choque y además albergan buena parte de la tecnología del coche.

El SLRV ha sido sometido a distintas pruebas de choque para garantizar su seguridad, y en ellas, el material de sándwich ha demostrado un buen rendimiento, mientras que los ensayos han permitido al equipo obtener más información para optimizar todavía más su diseño.