Por fin va a ver la luz el Mini Electric o también denominado Mini Cooper SE, lo que viene a ser el primer coche eléctrico de producción de la marca británica, y que resulta prácticamente idéntico a la vista que un modelo de gasolina o diésel.

Se trata de clásico Mini de 3 puertas en casi todos los aspectos, salvo en la motorización. Mide los mismos 3,84 metros de largo, tiene el mismo ancho (1,72 m.) y el mismo alto (1,43 m.)... eso si, gracias a la disposición de las baterías está dotado de una altura libre al suelo 18 milímetros superior, a pesar de que, debido también a las baterías, el centro de gravedad es 30 milímetros más bajo.

Al contrario de la tendencia en otros eléctricos, en este se siguen usando unas ruedas de dimensiones convencionales disponibles con llantas de 16 a 18 pulgadas dependiendo del nivel de acabado y las opciones elegidas. Aunque hay algunas llantas que tienen diseño específico y exclusivo para esta versión eléctrica, sus dimensiones de diámetro y ancho son las mismas que podría llevar cualquier otro Mini. c

Producido en la planta de Oxford (Inglaterra), el Mini Electric cuenta con pequeños detalles específicos que solo si te fijas permiten diferenciarlo del resto de hermanos de la gama, como son la parrilla delantera cerrada con una línea decorativa en amarillo, o el logo E que simula un enchufe, el mismo que encontramos en el MiniI Countryman E-Hybrid.

Para terminar de hacer difícil su identificación a simple vista, la toma de carga se integra en el mismo punto donde los Mini convencionales llevan la toma de llenado del depósito, en el lateral posterior derecho del coche.

En el interior se ha aplicado la misma filosofía que en el exterior, y la disposición de todos los mandos y la habitabilidad es idéntica a la de los Mini convencionales. Una pantalla de 5,5 pulgadas que se sitúa detrás del volante permite ver información como la velocidad, la autonomía eléctrica restante y el nivel de carga, el modo de conducción que llevamos seleccionado, algunas indicaciones del sistema de navegación, hora a la que se estima finalizará un proceso de carga activo y los mensajes de advertencia que nos quiera enviar el vehículo.

Desaparece el freno de mano mecánico dejando paso por primera vez en un Mini de este tamaño a freno de mano eléctrico; al tiempo que las baterías van dispuestas en una posición curiosa, ya que están en el suelo entre ambos asientos delanteros y bajo los posteriores, haciendo entre ellas una forma de letra T.

Tampoco cambia la capacidad del maletero, que además sigue teniendo el doble fondo y sus ajustados 211 litros declarados. 184 CV para modular con un solo pedal. Bajo el capó delantero hay un motor eléctrico de 135 kW ó 184 CV y 270 Nm, con una transmisión de una marcha que envía la fuerza al eje delantero. Se trata de una cifra de potencia muy cercana a la de un Cooper S con sus 192 CV.

El peso del conjunto es de 1.440 kilos, lo cual, si lo comparamos con un Cooper S con idéntica carrocería y transmisión automática, supone 125 kilos de sobrepeso.

Aunque las cifras no son definitivas, anuncian una aceleración de 0 a 100 km/h en 7,3 segundos, mientras que la velocidad máxima está limitada a 150 km/h. Según ciclo WLTP, el MINI Electric declara una autonomía de 234 km, que por sus rangos de autonomía, es claramente un coche de uso urbano e interurbano.