Recientemente ha comenzado su actividad Zity, el tercer operador de coche compartido (car sharing) 100 % eléctrico en Madrid, que se une de esta manera a otras ofertas ya existentes desde hace tiempo, como Car2Go y Emov.
Entre los tres cuentan con una flota de 1.600 vehículos en un fenómeno que va a más... y es que Madrid se está convirtiendo en una especie de laboratorio para implementar este servicio con vehículos cero emisiones en otras ciudades españolas y europeas.
A finales de 2015, Car2Go fue la primera en implementar este servicio con coches eléctricos en Madrid con el visto bueno del Ayuntamiento. La operativa es muy sencilla: bajar una aplicación a nuestro móvil, activar la ubicación del teléfono, abrir la app, ver el vehículo situado más cercano a donde nos encontramos, reservar y listo. Al acercarnos al vehículo lo abrimos con el móvil. La llave física está dentro, usamos el coche, lo aparcamos, guardamos la llave, y lo cerramos con el móvil.
La novedad es que la facturación se hace por minutos. El comienzo fue a 19 céntimos pero ahora Car2Go cobra 21 céntimos. Su éxito fue tal que un año más tarde llegó Emov, que actualmente es la que más flota tiene.
Car2Go cuenta con 187.000 usuarios, Emov, supera los 160.000 y, la última en llegar, Zity ya supera en algunas semanas los 10.000.
Según recoge el diario El Mundo, una de las claves del prodigioso aumento del servicio en apenas dos años, aparte de la facilidad de uso -ahora la validación del carné de conducir se hace a través de las propias aplicaciones-, es la despreocupación de no pagar por la hora del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER), que por ahora es gratis para los vehículos eléctricos, junto al acceso a las áreas de prioridad residencial (APR).
Además, se pueden utilizar en todos los escenarios del protocolo de anticontaminación que establece el Plan A de Calidad del Aire de Madrid. Desde el departamento de Movilidad dirigido por Inés Sabanés, «se da la bienvenida a cualquier servicio de movilidad urbana que contribuya a eliminar coches».
La capital además cuenta con un elevado ratio de uso por vehículo, con una media de entre 13 y 15 usos por coche al día. Esto supone que está circulando unas cuatro y cinco horas al día, teniendo en cuenta que el trayecto medio es de entre 20 y 30 minutos. En comparación, París no supera las cinco utilizaciones diarias.
El trayecto medio no supera los 5 euros, más barato que el taxi, aunque ni Car2Go ni Emov son rentables todavía. Car2Go asumió hasta el pasado septiembre 3 millones en costes, mientras Emov sólo ha publicado que en el mes de octubre no obtuvo pérdidas, aunque planea llegar a beneficios en 2018. Todo dependerá de la saturación del servicio.
Aunque Emov ha franqueado la barrera de la M-30 «porque los clientes nos lo han pedido», y llegan a barrios como Sanchinarro u Hortaleza, no lo hacen -ni tienen previsto- al aeropuerto, coto privado de los taxistas y de Uber y Cabify. No obstante, el problema continúa siendo cómo incrementar el uso por vehículo «ya que parado genera costes».
Zity pretende paliar esto con la tarifa Stand-by (0,07 euros/minuto), que permite reservarlo mientras uno se va al cine.
La llegada de compañías de motos 100 % eléctricas como eCooltra, Muving y Ioscoot podría afectar a los de coches, aunque el usuario es diferente. En un futuro próximo, se prevé la llegada de operadores como Yugo, que ya funciona en Barcelona con Vespas eléctricas.