Cuando tu coche eléctrico se queda sin energía en la carretera...

Cuando tu coche eléctrico se queda sin energía en la carretera...

Quedarte tirado en la carretera cuando se va justo de gasolina suele ser considerado como una irresponsabilidad, algo que también sucede cuando se circula con un coche eléctrico y se agota la batería, y el hecho de que la infraestructura de recarga en nuestro país siga siendo escasa, no parece ser excusa.

 

El miedo a quedarse tirado con un coche eléctrico es algo habitual entre los propietarios de estos vehículos, hasta el punto de que en ocasiones se llega a producir la denominada ansiedad por autonomía, un concepto que se basa en la creencia de que el vehículo no tendrá suficiente almacenamiento de energía para llegar al destino, lo que puede provocar que se quede detenido lejos de un lugar donde enchufarlo.

EHasta tal punto esta sensación es importante, que se trata de una de las principales barreras psicológicas de los conductores a la hora de decidirse por la adquisición de un coche eléctrico.

El caso es que ya sea de gasolina, diésel o eléctrico, todos los coches disponen de un testigo en el cuadro de instrumentos que indica que es necesario repostar o recargar la batería y, de lo contrario, se puede producir una situación peligrosa tanto para el conductor del vehículo como para el resto, además de tener efectos nocivos para la mecánica del coche... pero sobre todo, hay que tener presente que puede conllevar sanciones económicas.

El caso es que aunque el Reglamento General de Circulación (RGC) no sanciona explícitamente el hecho de quedarse sin batería, los agentes sí pueden poner multas en base a actuaciones que suelen acometerse a raíz de este problema.

De esta manera, cuando el vehículo se esté quedando sin energía y el conductor lo perciba, conviene que active las luces de emergencia y se dirija con precaución hacia una zona segura fuera de la calzada para detener el vehículo; ya que si por algún motivo no es posible y el automóvil se queda detenido en mitad de la carretera, los agentes siempre podrán poner una multa de hasta 200 euros, sin pérdida de puntos, por no cumplir con el artículo 90 del RGC.

Este artículo establece que “la parada o el estacionamiento de un vehículo en vías interurbanas deberá efectuarse siempre fuera de la calzada, en el lado derecho de ésta y dejando libre la parte transitable del arcén”, y deben realizarse de tal manera que el vehículo no obstaculice la circulación ni constituya un riesgo para el resto de los usuarios de la vía.

Así las cosas, una vez el coche está detenido, el conductor deberá señalizar su presencia al resto de automovilistas mediante la colocación de los triángulos de señalización o la luz de emergencia V-16; y no hacerlo conlleva una sanción de 80 euros.

Por último, hay que recordar que el conductor está obligado a ponerse el chaleco reflectante cuando se disponga a salir del vehículo, ya que en caso contrario se expone a una multa de 200 euros, puesto que se considera una infracción grave. Cuando esta situación la vivimos con un vehículo de combustión interna hay dos opciones: llamar a asistencia en carretera o ir personalmente a una gasolinera; sin embargo, no ocurre así con un modelo eléctrico, ya que la red de recarga es mucho más reducida que la de las gasolineras.

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