¿Y si me quedo sin batería en mi coche eléctrico...?

¿Y si me quedo sin batería en mi coche eléctrico...?

El conductor de todo vehículo tiene que asegurarse de que cuenta con suficiente energía antes de iniciar su trayecto, ya sea conn un motor de combustible o con uno eléctrico, y en cualquier caso, ambos deberán ser capaces de cubrir la distancia prevista.

 

En el caso de los coches con motor térmico, esto no suele ser una preocupación, ya que generalmente cuentan con una gran autonomía y además existen numerosas estaciones de servicio en las que repostar. Sin embargo, cuando hablamos de un coche eléctrico, la situación se complica porque la autonomía suele ser más limitada, los puntos de recarga disponibles son muchos menos, y además, el tiempo de recarga es muy superior, sobre todo si queremos realizar una carga completa.

Así las cosas, si estamos usando un coche eléctrico y nos quedemos sin batería, parece obvio que el vehículo se parará y no resultará posible seguir circulando, circunstancia que se agrava por el hecho de que estos coches no tienen un sistema que permita autorecargar, aunque sólo sea una pequeña fracción de batería, para seguir circulando a baja velocidad, por lo que no nos quedará más remedio que llamar a la grúa.

Para prevenir esta situación, debemos tener en cuenta que la autonomía de nuestro coche eléctrico dependerá de varios factores y que no debemos tomarnos al pie de la letra las cifras que marca el fabricante, que suelen ser bastante optimistas.

Circunstancias como las temperaturas bajas, una conducción alegre o incluso convencional para un coche de motor térmico, así como trayectos escarpados o revirados, pueden reducir considerablemente la carga disponible, y por lo general, los coches eléctricos suelen cubrir un máximo de entre un 70 y un 90 % de la autonomía que marca el fabricante.

También tenemos que ser conscientes de que las baterías sufren deterioro con el paso del tiempo, de la misma forma que ocurre con los teléfonos móviles, los ordenadores y otros elementos dependientes de baterías recargables, y lo normal es que perdamos alrededor de un 10 % de la capacidad total durante los primeros 200.000 kilómetros si no hemos abusado de cargas rápidas.

Lo peor es que la ley prevé multas ante determinadas infracciones en las que podemos incurrir cuando nos quedamos tirados en la carretera. Por ejemplo, dejar el coche parado en una vía interurbana de noche y sin luces, supone una multa de 80 euros; dejar el vehículo detenido sin señalizar, 80 euros; aparcar en el arcén o la mediana, 200 euros; obstaculizar el tráfico de la vía, 200 euros; o hacer una maniobra peligrosa para sacar el vehículo de la vía, 200 euros.

Por lo tanto, será fundamental anticipar el problema y retirarnos de la vía antes de quedarnos sin batería para estacionarlo en un lugar seguro y alejado del tráfico, de lo contrario se considerará una imprudencia o despiste, y podrá ser objeto de multa en función de cómo y dónde quede parado el vehículo.

Teniendo todo esto en cuenta, es importante estar informado del comportamiento de nuestro vehículo en estas circunstancias y, sobre todo, intentar evitar vernos en esta situación; al tiempo que debemos saber que empujar el coche puede acabar provocando daños en los motores eléctricos, por lo que debemos intentar evitarlo siempre que sea posible.

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