Porsche es una de las compañías de automoción que ha apostado por convertirse en una marca totalmente eléctrica en 2030, y ahora apuesta por este objetivo poniendo en marcha un nuevo programa denominado Road-to-X Initiative, que abre las puertas a un servicio integral de mantenimiento, que va desde el abastecimiento hasta el reciclaje.
En 2025 la mitad de todos los coches que Porsche comercializará estarán electrificados con un sistema de propulsión totalmente eléctrico o híbrido enchufable, por lo que se verá oblogado a atender las necesidades de este nuevo escenario, que van desde desde la fabricación y hasta el reciclaje de estos nuevos vehículos, pasando por el uso y el servicio postventa.
Para afrontar este deseafío, la compañía alemana acaba de presentar un nuevo concepto de servicio dividido en varias etapas al que ha denominado Road-to-X Initiative, y que cubre toda la vida útil, desde el abastecimiento, pasando por la fabricación, la venta, el mantenimiento, la logística y hasta el reciclaje de las baterías.
El servicio Road-to-X Initiative estará dividido en varias etapas que arrancan con el propio diseño del vehículo, hasta el diseño de la carcasa de la batería para que pueda ser diagnosticada y abierta por técnicos de servicio capacitados, permitiendo el reemplazo de módulos de celdas individuales y de otros componentes.
Habilitar estas opciones de reparación es ventajoso para los clientes desde la perspectiva del precio, ya que en lugar de reemplazar todo el paquete de baterías cuando algo falla, los módulos individuales y otros componentes electrónicos se pueden reparar por separado.
En este sentido, los equipos de desarrollo se aseguran de que la construcción de las baterías sea lo más simple posible, para que faciliten su reparación en los Centros Porsche. Además, como parte de la estrategia de reciclaje de baterías y del programa de segunda vida de Porsche, si alguno de los módulos de celda defectuosos sigue funcionando, pero ya no es adecuado para alimentar el vehículo, puede usarse para otros fines. Estas baterías se desmontan hasta el nivel del módulo y se instalarán en dispositivos estacionarios de almacenamiento de energía.
La empresa ya está preparando a sus distribuidores para este cambio ofreciendo un servicio que aumentará la lealtad de los clientes y la productividad en sus instalaciones; al tiempo que ha desarrollado un nuevo concepto de servicio para sus modelos totalmente eléctricos que tienen necesidades de servicio y reparaciones muy diferentes a los de los vehículos con motor de combustión.
Por ejemplo, ya no son aplicables tareas como el cambio de bujías o el aceite, y el trabajo de reparación de vehículos eléctricos requiere una capacitación experta de los trabajadores, así como herramientas especiales que los Centros Porsche deben obtener antes de poder ofrecer estos servicios a futuros clientes. Así las cosas, Porsche está estableciendo una red de centros interregionales calificados que se encargarán de las reparaciones de vehículos eléctricos si no hay un centro de servicio de alto voltaje cerca.
El Centro Porsche que originalmente acepta el vehículo lo llevará al centro de alta tensión dedicado, donde los especialistas capacitados llevarán a cabo el trabajo antes de que el vehículo sea devuelto al servicio original. Se trata de un taller móvil, en el que viaja un experto en alto voltaje con las herramientas necesarias para reparar las baterías defectuosas in situ.
Estos técnicos de alto voltaje estarán capacitados para trabajar en vehículos cuya batería ha sido desconectada, estarán familiarizados con la clasificación y el almacenamiento de baterías de litio, además de estar capacitados para retirar y embalar baterías de alto voltaje, siendo las únicas personas autorizadas a abrir los módulos de batería de alto voltaje que presentan fallos y prepararlos y empaquetarlos para el transporte.
Para mejorar aún más el servicio, Porsche está desarrollando un “gemelo digital” que permitirá a los propietarios del Taycan y de otros modelos olvidarse de los programas de mantenimiento, de forma que el coche será capaz de predecir cuándo necesitará del servicio técnico avisando a su propietario para que prevea una visita al taller, y haciéndolo en función del estilo de conducción, de manera que se adelantará a las previsibles averías para que estas no lleguen a producirse. Este concepto implica la incorporación durante su fabricación de sensores en lugares tan profundos como el chasis, que pueden determinar si todo está funcionando normalmente y, al mismo tiempo, que identifican problemas mecánicos o eléctricos que requieren atención.
Este gemelo digital no solo incluye los datos operativos que recopila, sino también los trabajos de mantenimiento planificados y las reparaciones inesperadas. Se trata de un software basado en el big data que permite predecir el comportamiento de cada coche eléctrico, y además permitirán conectar en red el vehículo y sus datos, que se combinan con un sistema de inteligencia centralizado alimentado por inteligencia artificial que podrá determinar si algún vehículo en la red está funcionando fuera de los límites mecánicos o eléctricos.
Además, el fabricante también planea ofrecer a sus clientes el uso de una aplicación que permitirá monitorizar el estado de salud de sus vehículos desde un teléfono móvil.