La arriesgada apuesta de los millonarios chinos por el coche eléctrico

La arriesgada apuesta de los millonarios chinos por el coche eléctrico

Algunos de los magnates más ricos de China han invertido miles de millones de dólares en compañías de automóviles eléctricos para alimentar los sueños del país de convertirse en un líder en el campo, pero ahora podría surgir un ajuste de cuentas a medida que las ventas de automóviles disminuyen y el gobierno reduce los subsidios para esta industria, una situación que deja a las compañías emblemáticas de millonarios potentados como Jack Ma, Pony Ma, Hui Ka Yan o Robin Li ante un panorama complicado en sus apuestas por los vehículos eléctricos.

Su capital, junto con docenas de nuevas empresas que recaudaron 18 mil millones de dólares, ayudó a inflar una burbuja eléctrica que ahora parece estar en peligro de explotar, ya que el mercado de automóviles de China está experimentando una caída prolongada de las ventas, lo que está llevando a los fabricantes de vehículos eléctricos a recortar sus perspectivas de beneficios.

Según cuenta El Economista, con un Gobierno que considera aplicar recortes a los subsidios para las compras de los consumidores, con el fin de obligar a los fabricantes de automóviles a competir por su cuenta, se avecina una sacudida que parece que estos magnates no pueden evitar, según vaticina Rachel Miu, analista de DBS Group Holdings Ltd en Hong Kong.

Jack Ma renunció a la presidencia de Alibaba Group Holding en septiembre después de acumular una fortuna de más de 40 mil millones de dólares, pero el hombre más rico de China conserva su puesto en la junta y su influencia en el emporio de comercio electrónico que creó, de forma que Alibaba ha participado en varias rondas de financiación para Guangzhou Xiaopeng Motors Technology Co., o Xpeng Motors.

La compañía, fundada en 2014, se está asociando además con otros fabricantes de automóviles como una fábrica construida a medias con Haima Automobile, que puede producir 150.000 vehículos eléctricos al año, y que pronto empezará a ensamblar el coupé P7, programado para comenzar las entregas el próximo año. Sin embargo, el viaje no ha estado exento de controversia, ya que algunos ingenieros de Xpeng están acusados de robar a sus ex empresaa en los EE. UU. En marzo, Tesla demandó a un ex ingeniero, alegando que subió archivos, directorios y copias del código fuente a su cuenta personal de almacenamiento en la nube antes de renunciar a su puesto en la compañía.

Por otra parte está Tencent Holdings Ltd. propiedad de Pony Ma, cuya aplicación de mensajería WeChat le ayudó a convertirse en la segunda persona más rica de China, posición desde la que lideró una ronda de inversión de mil millones de dólares en NIO en 2017. Con más de 26.000 vehículos vendidos, NIO es una de las pocas startups chinas que fabrica modelos múltiples, y venció a sus rivales con una oferta pública inicial en Nueva York el año pasado.

Sin embargo, las pérdidas se acumularon con la caída general de las ventas, justo cuando la compañía, que ha sido descrita como Tesla de China, invirtió dinero en marketing e inmuebles. Por ejemplo, esta compañía patrocinó un concierto de Bruno Mars y abrió clubes de lujo para propietarios de NIO que cuentan con salas de exhibición, cafeterías y espacios para presentaciones, pero no evitó perder 2,8 mil millones de dólares en los últimos 12 meses mientras sus acciones se han desplomado.

 

La compañía con sede en Shanghai recortó aproximadamente el 20 % de su fuerza laboral hasta septiembre, cuando Tencent inyectó 100 millones de dólares. "Nuestras ventas han estado bajo presión desde que disminuyeron los subsidios", ha explicado el director ejecutivo de NIO, William Li, quien ha defendido que "ha llegado a una nueva era en la que uno solo puede ganar clientes con productos y servicios de calidad".

Otro de los participantes más sorprendentes en la industria de vehículos eléctricos es el desarrollador inmobiliario China Evergrande Group, que declaró que quería ser el mayor fabricante mundial en tres o cinco años, lo que significaría superar a Tesla, que acaba de abrir una fábrica en Shanghai. Entre septiembre de 2018 y junio de 2019, Evergrande invirtió más de 3, 8 mil millones de dólares en compañías relacionadas con EV, y comenzará a producir su marca Hengchi el próximo año.

Evergrande, que quiere abrir 10 bases de producción, planea gastar 45 mil millones de yuanes en vehículos de nueva energía entre 2019 y 2021. El 10 de noviembre, una unidad anunció que gastaría casi 3 mil millones de dólares para aumentar su participación en National Electric Vehicle Sweden AB a 82 % de 68 %. El presidente y fundador, el multimillonario Hui Ka Yan, que se está diversificando en negocios como el fútbol y el cuidado de la salud, ha reconocido que no hay mucha superposición entre el negocio inmobiliario de Evergrande y sus ambiciones de vehículos eléctricos, afirmando que "no tenemos ningún talento, tecnología, experiencia o base de producción en la fabricación de automóviles". Sin embargo, la estrategia de Hui de hacer lo que sea necesario para lograr su sueño, puede pasar factura a Evergrande debido a la naturaleza de las inversiones.

Por su parte, Robin Li, CEO de Baidu, el gigante asiático de motores de búsqueda en Internet dominante de China, hizo que WM Motor Technology Co formara parte del movimiento de Baidu hacia la conducción autónoma, loo que hizo que la compañía liderara una ronda de recaudación de fondos este año que generó 3.000 millones de yuanes para el fabricante de automóviles WM, con sede en Shanghai. De esta forma, Baidu posee una participación del 13 % de WM, que recientemente lanzó un SUV eléctrico el año pasado y entregó más de 19.000 vehículos.

En lo que va del año, WM ha vendido más de 14.000 SUV con baterías, lo que coloca a esta compañía detrás del líder del mercado BYD Co., respaldado por Warren Buffett, y NIO, pero por delante de Xpeng.

WM tiene una ventaja sobre sus rivales, y es que su fundador, Freeman Shen dirigió Volvo Car Group en China, la empresa matriz de Volvo, Zhejiang Geely Holding Group, que demandó a WM, buscando una indemnización de 2.100 millones de yuanes por supuesta infracción de derechos de autor. WM ha negado haber actuado mal y ha defendido que está produciendo vehículos en fábricas propias, lo que ayuda a mantener el control de calidad. La compañía, que abrirá una segunda fábrica el próximo año que puede fabricar 150.000 vehículos anualmente, pretende ahora recaudar otros mil millones de dolares.

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