Fisker fue, junto a Tesla, uno de los nombres más sonados en la industria automovilística hace algunos años, aunque nunca consiguió consolidarse, ya que su primer modelo no era un coche eléctrico completo, sino un sedán deportivo híbrido, el Fisker Karma que, con el tiempo, se ha convertido en una especie de coche de culto. Sin embargo, una empresa china se hizo con los derechos del Karma, y Fisker desapareció.
Sin embargo, Fisker regresa ahora con el Fisker Ocean un SUV eléctrico con el que espera olvidar el fracaso del Karma.
Se trata de un SUV, esta vez si, completamente eléctrico, ya que no tiene mecánica híbrida como el Karma, que puede responder a la gran demanda por del mercado; ya que la compañía promete que será "asequible".
El Ocean sólo estará disponible en un modelo de suscripción; es decir, que alquilaremos el coche, pero sin contratos a largo plazo, ha advertido la compañía. Fisker pretende apelar de esta manera al consumidor ofreciéndole "lujo asequible" con una simple cuota mensual, y para ello ha incluido todo tipo de innovaciones en un SUV con un diseño que está a la altura de otras ofertas del sector.
Lo más original es su techo solar, y aunque ya existen coches con paneles solares en el techo, la mayoría sólo usa esa energía para el aire acondicionado. En cambio, el Fisker Ocean es capaz de mejorar su autonomía con este añadido.
En concreto, Fisker promete que con la batería de 80 kWh incluida, el Ocean tiene una autonomía de 480 kilómetros con sólo una carga. El panel solar del techo ayuda a largo plazo, y Fisker calcula que a lo largo de un año aportará energía para recorrer 1.600 kilómetros adicionales, totalmente limpios.
El Fisker Ocean será mostrado al público en enero de 2020, y la producción se espera para finales de 2021; mientras que las primeras unidades llegarían al público en el 2022.
