Desde hace tiempo China se ha convertido en el mayor mercado de automóviles del mundo, pero su creciente industria en torno al coche eléctrico podría acabar siendo un problema para el gigante asiático, por lo que el Gobierno del país ha decidido tomar medidas para evitar una posible burbuja y el posible posterior batacazo.
Las 486 compañías chinas relacionadas con el coche eléctrico parecen demasiadas para el Gobierno chino, que quiere limitar el acceso a esta industria y, más concretamente, echar el freno al desarrollo de pequeñas empresas emergentes o startup que recurren a terceros para fabricar sus productos.
Lo que China quiere evitar a toda costa es que el auge de este tipo de empresas durante la última década desemboque en una burbuja como la de las puntocom de hace ya dos décadas... y es que, desde el año 2011, estas compañías han recabado fondos por valor de 18.000 millones de dólares.
Muchas de estas compañías emergentes chinas de vehículos eléctricos todavía no han lanzado su primer producto, pero el mercado del país, que supera los 22 millones de coches anuales, el año pasado ya sobrepasó la barrera del millón de vehículos eléctricos y, por tanto, es el mayor mercado del mundo también de coches eléctricos.
De momento China no ha detallado qué medidas tomará, ya que aún se está trabajando en las posibles vías disponibles para hacer frente al problema. En esencia, la idea de los gobernantes es apostar por un menor número de actores en la industria del vehículo eléctrico, pero más competitivos, y es que la competencia extranjera es creciente e importante y la industria de eléctricos está aún en pañales.
