Honda lanza el Prototype, con 200 km de autonomía y un diseño neo retro

Honda lanza el Prototype, con 200 km de autonomía y un diseño neo retro

Honda acaba de desvelar los primeros datos y la fisonomía de su nueva apuesta eléctrica: el Prototype, un coche eléctrico que deriva del Honda Urban EV Concept y que prefigura el modelo de serie.

Aunque oficialmente sea todavía un prototipo, la marca asegura que el Prototype actual tiene las características del coche de serie en un 95 % al coche de serie.

El diseño, a pesar de ser ahora un coche de 5 puertas y cuatro plazas, conserva ese aire retro que lo hace destacar con respecto al resto de propuestas eléctricas que o bien buscan un diseño vanguardista y futurista (BMW i3, Porsche Taycan) o bien esconden que son coches eléctricos (Tesla, DS 3 Crossback E-Tense, Peugeot e208).

Todo apunta que la batería, situada en el suelo del coche, es de iones de litio (similar a la que usa el Honda Accord PHEV híbrido enchufable del mercado norteamericano). El motor eléctrico está situado en el eje trasero y equipa un sistema de reparto de par (torque vectoring).

Honda no ha querido desvelar aún la potencia. En el Accord PHEV es de 124 kW (casi 169 CV) y aunque un Honda tracción trasera de esa potencia sea una propuesta muy apetecible, lo más probable es que sea algo menos potente para cuadrar con su vocación urbana.

El Honda e Prototype es un poco más corto que un Honda Jazz de 4.028 mm y unos 10 cm más alto que un MINI (1.414 mm de alto para el inglés). Pero más que sus dimensiones, lo que hace de este Honda eléctrico un coche esencialmente urbano es su autonomía. En este sentido, la marca asegura que ofrecerá una autonomía de más de 200 km y una función de “carga rápida” del 80 % de la carga en 30 minutos. 

El e Prototype carece de retrovisores y cuenta en su lugar con cámaras. Las pantallas que muestran las imágenes de la parte trasera que transmite el “Sistema de Retrovisores por Cámara” se han integrado a ambos extremos del salpicadero de forma ergonómica e intuitiva.

Esa ergonomía e intuición a la hora de usar los diferentes controles del coche es lo que hace que en el salpicadero se combinen mandos físicos con digitales, contando con hasta tres pantallas para ello. Una de ellas es el cuadro de instrumentos, pero la tercera pantalla y su menú nos parecen estar muy lejos del conductor para que lo pueda usar en marcha.

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