Rolls-Royce creará el avión eléctrico más rápido del mundo a partir de la tecnología de la Fórmula E

Rolls-Royce creará el avión eléctrico más rápido del mundo a partir de la tecnología de la Fórmula E

Rolls-Royce lidera un grupo de proyectos financiados por el Gobierno del Reino Unido bajo la denominación de Accelerating the Electrification of Flight (ACCEL). El nuevo proyecto de vuelo del grupo se denomina por su parte Spirit of Innovation, y su objetivo es superar las 300 mph (+480km/h) y mantener la velocidad durante al menos 40 minutos, lo suficiente para ir de Londres a París.

Se trata de un proyecto ambicioso que Rolls quiere convertir en la “tercera ola de aviación”.

La marca británica estuvo a la vanguardia de la tecnología de propulsión de aviones en 1931 con el Supermarine S.6B, que ganó el Trofeo Schneider ese año alcanzando una velocidad máxima de 343 mph (+550km/h). Este avión inició una serie de innovaciones para Rolls-Royce y le dio a la empresa la notoriedad que necesitaba para convertirse en el líder del vuelo británico.

El registro actual del avión eléctrico más rápido lo tiene Siemens, que logró alcanzar las 210 mph en 2017 (327km/h). El gerente del equipo de ACCEL, Matheu Parr, quiere sentar un nuevo precedente y está utilizando el registro de velocidad de Supermarine como el punto de referencia para el “Nuevo espíritu de innovación”.

Estamos monitorizando más de 20.000 puntos de datos por segundo, midiendo el voltaje de la batería, la temperatura y la salud general del tren motriz, que es responsable de alimentar las hélices y generar el empuje. Ya hemos extraído una serie de ideas de los desafíos de diseño e integración”, ha explicado Parr, que ha añadido que “estamos adquiriendo los conocimientos técnicos no solo para ser pioneros en el campo de la aviación eléctrica, con cero emisiones, sino también para liderarlo. En este punto, nuestra confianza es muy alta”.

Este avión completamente eléctrico estará listo para volar en 2020, y sus especificaciones impresionan, ya que para lograr la máxima eficiencia en el área frontal, el paquete de baterías debe ser pequeño y compacto, combinando 6.000 celdas de litio, que la convierte en la de mayor densidad en una aeronave, contando con un avanzado sistema de enfriamiento para ayudar a mantener las baterías estables.

Con tres motores eléctricos 750R fabricados por YASA, y similares a los de un Fórmula E, el avión entregará alrededor de 750 kW, unos 1000 caballos de potencia disponibles para hacer girar su hélice a 2.400 rpm.

El equipo de desarrollo quiere lograr que dicho sistema propulsor alcance una eficiencia energética del 90 %, superando con creces a un propulsor de Fórmula 1 que alcanza el 50 %. Para hacer de este proyecto una realidad, se contrató a los ingenieros de aerodinámica de más alto nivel de todo el Reino Unido, principalmente dentro de la división de ingeniería aeroespacial de Rolls-Royce, así como a algunos de la comunidad automovilística, en concreto, varios perfiles con experiencia en la Fórmula E.

El desarrollo de este bólido eléctrico del aire tardará en llevarse a cabo alrededor de 2 años.

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