En determinados países de la Unión Europa, los coches eléctricos disponen de planes de incentivos estables en el tiempo y siempre disponibles, algo que ayuda a aumentar el atractivo de este tipo de vehículos. Sin embargo, en España los planes de ayudas tienen una dotación tan escasa que suelen durar menos de 24 horas, algo que no ayuda a que aumenten las ventas de este tipo de vehículos.
A principios del año que viene debería ponerse en marcha el Plan VEA, un primer plan de ayudas para coches sostenibles de duración limitada que precederá a otro que debería prolongarse más allá de 2020, de acuerdo con el Gobierno. Este segundo plan es un suerte de reedición del “Plan Renove”, y estaría enfocado tanto a coches térmicos como eléctricos, si bien los eléctricos deberían poder acceder a ayudas de importe superior, algo que los hará más atractivos de cara al gran público.
No podemos que olvidar que a lo largo del año que viene desembarcarán en España numerosos nuevos modelos a baterías, mientras que en 2020 llegarán todavía más modelos.
Más allá de la existencia de un plan de ayudas estable para coches eléctricos, también hay que hacer hincapié en que los fabricantes de automóviles están disminuyendo de forma notable los costes de fabricación de los vehículos a baterías. Por ejemplo, Volkswagen acaba de rebajar el precio de su e-up! en 4.000 euros para el mercado alemán, una rebaja que debería llegar a España próximamente.
Por otra parte, la creación de numerosas redes de carga terminará por redondear la situación, y para finales del año que viene, Iberdrola habrá creado una red de 200 electrolineras de carga rápida, situadas como mucho a 100 km de distancia entre sí, en todas las capitales de provincia y en las principales rutas del país. A esto habrá que añadir la llegada de la red IONITY, el inicio del plan de Endesa para instalar 108.000 puntos de carga en los próximos años.
