El Grupo Renault acaba de presentar en el Salón del Automóvil de París un sorprendente concepto de vehículo robotizado bajo la denominación de EZ-ULltimo y que viene a ser una especie de coche eléctrico, conectado y autónomo, cuya misión es ofrecer una experiencia personalizada, ya que está concebido para prestar servicios de un solo viaje, un circuito o una reserva de un día.
De aspecto futurista y lujoso, este nuevo vehículo ha sido concebido como un extra para las flotas más premium de compañías de viajes y resorts, es decir, una manera de realzar momentos de una visita distinguida, permitiendo disfrutar de un trayecto por la ciudad o una actividad turística desde la confortabilidad de un habitáculo sorprendente.
Se trata del tercer concepto de la marca en este segmento tras el EZ-GO y el EZ-PRO, que disfruta de un nivel 4 de conducción autónoma y asegura que podrá conectarse con entornos urbanos e infraestructuras viales que ofrezcan esta posibilidad.
Renault ha enfatizado en que este concepto de vehículo encarna plenamente el patrimonio de la marca gala, los principios del diseño francés y la easy-life. Por un lado, su espacio interior ofrece prácticamente todo lo que un pequeño salón contemporáneo de una alta calidad podría ofrecer, con las limitaciones obvias, al encontrarnos en el interior de un coche... pero parece que todo está pensado para que el aprovechamiento del espacio sea máximo y en él se brinden las mayores comodidades a los tres pasajeros que puede albergar.
En la construcción de este habitáculo se han empleado materiales como la madera, el mármol y el cuero, buscando estar preparados para ese momento en el que la conducción autónoma lo cambie todo y viajar por carretera o ciudad signifique aprovechar ese trayecto para trabajar o sencillamente disfrutar de lo que se ve, con la integración que ofrecerán las ciudades inteligentes.
De esta manera, el Renault EZ-Ultimo presenta una amplia puerta de apertura automática, un asiento giratorio para facilitar el acceso de los pasajeros y elementos para que la experiencia en el interior resulte privada, como facetas ligeramente transparentes en la parte superior de la carrocería.
