Las inversiones de las grandes compañías petroleras internacionales se están encaminando hacia la movilidad eléctrica, una decisión que podría estar motivada por el hecho de que si se imponen en un futuro los coches eléctricos, podría bajar la demanda de gasolina y diésel.
La compañía holandesa Shell, la española Repsol o la británica BP ya han comenzado a invertir en esta linea, y uno de los primeros pasos lo ha dado StoreDot, una empresa petrolera israelí que ha invertido 20 millones de dólares en asegurar que sus baterías pueden cargar coches eléctricos en apenas cinco minutos. Tufan Erginbilgic, director ejecutivo de BP's Business de esta compañía ha asegurado que "la tecnología de StoreDot muestra un potencial real para las baterías de los automóviles que pueden cargarse en el mismo tiempo que se necesita para llenar un tanque de gasolina".
Por su parte, BP invirtió este año 5 millones de dólares en FreeWire a través de BP Ventures, una empresa importante en el sector porque se dedica a los sistemas portátiles de carga rápida. La idea es respaldar la transición a una economía con menos emisiones de carbono.
Las petroleras se han concentrado en la reducción de emisiones en sus propias operaciones, mejorando sus productos para permitir a los clientes reducir a su vez sus emisiones y creando negocios bajos en carbono. Shell lleva tiempo apostando por esta estrategia, y pretende que el 20 % de sus ingresos en 2025 vengan directamente de la recarga del coche eléctrico y de los combustibles alternativos.
Mientras tanto, en España está IBIL, una empresa que se dedica a la prestación de servicios de recarga para coches eléctricos, a tarvés de un acuerdo de colaboración entre el Ente Vasco de Energía y la petrolera Repsol, que cuenta con una participación del 50 %, por el que ya es habitual ver puntos de recarga de coches eléctricos en las diferentes estaciones de servicio de la petrolera.
En Francia destaca el caso de Total, una empresa está instalando puntos de carga en muchas de sus gasolineras, ya que sabe que a medida que la demanda de gasolina disminuya, la demanda de petróleo disminuirá tabién.
De esta manera, las petroleras están dando un paso adelante ante la proyección de crecimiento exponencial del coche eléctrico.
