El climatizador, el otro gran problema del coche eléctrico

El climatizador, el otro gran problema del coche eléctrico

Los coches electricos llegan con algunas limitaciones, y una de las que menos se habla es del impacto que supone para la duración de las baterías la utilización de los sistemas de climatización a bordo.

Los vehículos térmicos (diésel y gasolina) emplean las cantidades de calor que genera el propulsor para calentar el habitáculo. A la hora de enfriar, una máquina frigorífica accionada por el propio motor permite refrescar el interior, consumiendo unos pocos kilovatios extra para poder mover el sistema.

Sin embargo, en los vehículos eléctricos -al carecer de motor de combustión-, la climatización es un reto mucho mayor, y puede reducir sensiblemente la duración de la batería... hasta un 54 %, según algunos estudios.

De esta manera, ante la escasa duración de las baterías de este tipo de vehículos, «derrochar» una parte importante en algo que no es mover el vehículo, supone un gran inconveniente.

Cuenta el diario ABC que algunos fabricantes, como Renault, ya han comenzado a afrontar este problema instalando una bomba de calor en la nueva generación de su eléctrico Zoe, lo que resulta un sistema más eficiente que, por ejemplo, una resistencia eléctrica. Ésta proporciona más energía calorífica al habitáculo de la que consume en forma de electricidad, gracias a que toma una parte importante de calor del aire exterior y lo introduce en el interior, es decir, no crea todo el calor de cero como lo hace una resistencia eléctrica, sino que cuenta previamente con un calor existente en el aire del ambiente.

Esto es posible hacerlo con una máquina frigorífica igual a la del aire acondicionado, pero invirtiendo su funcionamiento.

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