Ruedas sin aire, un elemento decisivo para el desarrollo de los coches eléctricos

Ruedas sin aire, un elemento decisivo para el desarrollo de los coches eléctricos

El coche eléctrico se enfrenta a muchos retos, y el peso de los vehículos juega en contra de la eficiencia que se busca conseguir con los vehículos alimentados únicamente por una batería, por lo que los fabricantes están tratando de conseguir reducirlo a cualquier precio.

A menor peso, más autonomía se consigue con la misma capacidad de batería, por lo que el anuncio que hizo Brigdestone hace algunos años sobre el futuro desarrollo de ruedas sin aire, mantiene el interés de todo el sector del motor, ya que podría cambiar de forma importante la manera en que los ingenieros diseñan los coches eléctricos actualmente.

Menor peso, eliminación del riesgo de sufrir un pinchazo en carretera, o menor resistencia durante la rodadura son algunas de las ventajas de las ruedas sin aire en el coche eléctrico, pero falta ver qué fabricante será el primero en atreverse a dar el paso de integrar esta tecnología en sus coches.

Fue Toyota la que, a finales del año pasado, volvió a poner todos los focos de la industria del automóvil en las ruedas sin aire al presentar el Fine-Comfort Ride, un concepto de un coche alimentado por una pila de combustible, que presentaba la peculiaridad de que sus neumáticos no necesitaban aire para cumplir su función de mantener el vehículo sobre el asfalto.

Desde entonces esta tecnología no ha llegado a salir de los laboratorios, y son solamente algunos organismos como la NASA los que están interesados en trabajar en este tipo de ruedas que no se pinchan nunca.

Una rueda sin aire no puede pincharse, por lo que no será necesario un neumático de repuesto, por lo que vamos a ganar espacio en el maletero. Además, al restar este peso al total del vehículo, se va a ahorrar en la autonomía del coche eléctrico y se reducirán las emisiones CO2, ya que un porcentaje relevante sobre la perdida de energía procede del propio movimiento de los neumáticos.

Además, gracias a esta tecnología no se van a tirar millones de ruedas cada año, y con los mismos materiales se van a crear de nuevo otros para ser utilizados en otros vehículos sin problema.

Según un estudio de Global Market Insights, el mercado de las ruedas sin aire llegará a mover 200 millones de dólares en 2024, y se espera que para esa fecha se alcancen millones de unidades vendidas y una amplia demanda procedente sobre todo de camiones y vehículos todoterreno.

Por ejemplo, Michelin ya prepara sus “Airless Tweel”; mientras Bridgestone ya tiene pensado vender ruedas sin aire para el 2019; y Toyota está planteando la posibilidad de instalarlos en sus coches eléctricos para reducir el peso total de sus vehículos.

Por otro lado, Hankook ya ha completado las pruebas de su nueva llanta “Airless iFlex” fabricada con materiales reciclados y ecológicos; y siguiendo por esta línea, el plástico va a ser el material más utilizado con un porcentaje aproximado del 65 %.

Además tiene ciertas ventajas sobre el caucho, como el reciclaje o el peso inferior, por lo que su rentabilidad es mejor para los fabricantes; y según los primeros análisis se prevé una reducción final del peso de un 30 % comparándolos con los actuales lo que podría provocar un incremento en la autonomía de los coches eléctricos. 

Vídeos

Coches

Motos

Baterias

Estilo de Vida

Tecnología

Instituciones