El Grupo BMW es el último que se ha propuesto establecer una fábrica de coches eléctricos en China al anunciar que se encuentra en conversaciones con fabricantes locales para producir en aquel país la nueva generación del Mini eléctrico.
El Grupo ha anunciado que ha firmado una “carta de entendimiento” con el fabricante chino Great Wall Motor para establecer esta fábrica, de manera que ya se están dando los pasos necesarios para formalizar las condiciones de este acuerdo, que no pretende establecer una estructura comercial mayor, sino elegir una localización para la fábrica, y planificar las necesarias inversiones.
Está previsto que la demanda de coches eléctricos en China crezca notablemente en los próximos años, animada por una legislación que pretende favorecer este tipo de vehículos para atajar el grave problema de contaminación que sufren las grandes ciudades chinas.
En este caso, Mini producirá su versión eléctrica en China, para China, mientras que el resto del mundo recibirá las unidades producidas a partir de 2019 en su fábrica de Oxford.
En 2017, BMW vendió alrededor de 560.000 coches en China, que son más que la suma de los que se vendieron en Estados Unidos y Alemania, segundo y tercer mercado para BMW, respectivamente. Mini vendió en ese mismo periodo alrededor de 35.000 unidades, siendo su cuarto mercado más importante.
Este mismo año deberíamos conocer más detalles de un producto que se nos presentó como prototipo en el último Salón de Frankfurt.
