El mundo del motor, y más concretamente la llegada del coche eléctrico, se está abriendo cada vez más a la llegada de nuevas tecnologías revolucionarias... y uno de los mayores retos en este sentido que deben resolver los fabricantes son los tiempos de carga.
En este sentido, alguien soñó un día con lo genial que sería poder hacer un viaje largo con un coche eléctrico, sabiendo que en cualquier momento un dron vendrá a cargarte la batería... y en marcha... Puede parecer una locura, pero la realidad es que ya existe una patente de Amazon que se acerca a este concepto.
Desde el año 2014 llevaba intentando la compañía de Jeff Bezos registrar la idea de un dron que cargue coches eléctricos en marcha, y no ha sido hasta finales de 2017 cuando han conseguido que la oficina de patentes de Estados Unidos lo admita y registre.
El concepto de Amazon que podemos ver en la patente implica que el usuario podría pedir una recarga desde una app y, mientras el coche sigue circulando por la carretera, pasados unos minutos se pondría a su altura un dron que, después de aterrizar sobre una plataforma instalada en el techo, cargaría la batería del coche eléctrico.
Técnicamente la idea base de esta patente tiene sentido, ya que en la actualidad ya existen drones capaces de transportar grandes cargas, como es el caso de los drones de la empresa Boeing que recientemente han conseguido superar los 200 kilos de peso de carg.
Airbus, por su parte, ya ha empezado a diseñar drones “estibadores” que se están probando en Singapur para cargar/descargar mercancía en los barcos. Por lo tanto, técnicamente sí existe la tecnología necesaria para diseñar un dron que transporte una batería de gran tamaño.
Sin embargo, a día de hoy, la tecnología de recarga de las baterías de los coches eléctricos no está lista para dar el salto al formato portable. Según cuenta la revista Computer Hoy, para llevar la idea de Amazon a la realidad, lo que haría falta serían muchos metros en la estructura del dron como para que tuviera sentido plantearse llevar a la realidad esta idea. Y el motivo principal son las baterías.
En la actualidad, la carga más rápida de una batería de un coche (al menos hasta el 80 %) se produce en unos treinta minutos en el mejor de los casos. Para poder replicar el servicio de una estación de carga, el dron debería tener un tamaño enorme y disponer de un supercargador que actualmente no es viable en un formato portable. De esta manera, un hipotético dron debería transportar una batería de al menos 200.000 miliamperios con un generador de hidrógeno, lo que se traduciría en que este vehículo aéreo no tripulado podría llegar a pesar hasta 1.500 kilos.
La conclusión es que con la tecnología actual, no merecería la pena en términos económicos llevar algo así a la realidad.
A pesar de todo, Amazon no es la única compañía que se ha aventurado a soñar con esta idea de una red de drones que carguen coches eléctricos en marcha; de manera que NextEV, una subsidiaria de la empresa china de fabricación de coches eléctricos NIO, ya patentó hace tiempo una idea similar.
